Sunday, December 14, 2008

UN ENCUENTRO CON LA SANTIDAD DE DIOS

Hemos comenzado un estudio en nuestra escuela dominical sobre la santidad de Dios basado en el libro de R. C. Sproul. Este tema es uno de los temas más importantes en toda la Biblia y nos confronta con el Dios verdadero revelado en las páginas de las Sagradas Escrituras. En la actualidad se tiene un concepto muy deficiente de quién realmente es Dios. La mayoría de las personas tienen un concepto muy distorsionado del Dios verdadero. Muchos lo ven como si fuera un abuelo “alcahuete” que se hace de la vista gorda ante el pecado de sus criaturas. Otros lo comparan con Santa Claus quien solo se dedica a dar regalos a los niños.

El tema de la santidad de Dios es muy importante para todo verdadero creyente, pues la manera en que entendemos la Persona y el carácter de Dios el Padre, va a afectar cada aspecto de nuestras vidas y nuestro andar diario de manera positiva o negativa. La Biblia nos muestra cual es la verdadera naturaleza de Dios. Dios es santo y un día tendremos que comparecer delante de El.

El mundo usa el nombre de Dios como una palabra para maldecir y como una plataforma para la obscenidad. El poco respeto que este mundo tiene por Dios, es claramente demostrado por la manera en la que el mundo usa su nombre.

Los Israelitas tenían tanto respeto y reverencia por el nombre de Dios que ni siquiera se atrevían a pronunciarlo. Ellos solo usaban cuatro consonantes para referirse a Dios: YWHW, o usaban la palabra ADONAI que significa SENOR. Ellos sentían que podían profanar el nombre de Dios o usarlo en vano y para ellos eso era un gran pecado.

En el Antiguo Testamento las cosas que eran santas, habían sido separadas de un uso común para un uso especial y no podían ser tocadas o comidas. Cuando las cosas son hechas santas, cuando son consagradas, ellas son separadas para ser puras y tienen que ser usadas de esa forma. La santidad no solo es pureza, sino que es pureza y trascendencia.

Es por esa razón que todos aquellos que han tenido un encuentro con el Dios santo, han reaccionado de manera aterrada al encontrarse cara a cara con la santidad de Dios. Podemos ver en la Biblia la reacción que tuvieron algunos de los que se vieron confrontados con la santidad de Dios:

El profeta Isaías (Isaías 6:5)
El apóstol Pedro (Lucas 5:3-8)
El apóstol Juan (Apoc. 1:12-18)

La santidad de Dios produce terror en el ser humano porque Dios es Santo y nosotros pecadores. Pero el temor del hombre sin Cristo, no es el temor sano del que la Biblia dice que debemos tener los creyentes. El temor de ellos es producido por un pavor aterrorizante debido a que Dios es justo y va a castigar el pecado. Pero para nosotros los creyentes, Dios es demasiado asombroso y trascendente (solo basta con encontrarnos en medio de tornados, fuertes tormentas, huracanes, etc., para darnos cuenta de lo asombroso y atemorizante que es Dios). R. C. Sproul acertadamente dice lo siguiente respecto a esto: "En su presencia tememos y temblamos, pero el saber que estamos bajo su sentencia divina puede ser el trauma más grande que jamás hayamos experimentado".


Daviel D’Paz

2 comments:

Anonymous said...

Muchas gracias hermano por sus continuos correo-e lamentablemente no cuento con mucho tiempo para contestar los correos-e mas en estos momentos he hecho un hueco para agradecerle su ministerio en Internet. La verdad me gustaría enlazar este blog con la web de nuestra iglesia: Iglesia Cristiana Evangélica "Fuente de Vida" (Bautista Reformada) de Málaga, España. Que el Señor le bendiga. En su Gracia. Juan Bascuñana

Reformed Pastor said...

Hermano y Consiervo: Bendiciones.

Gracias por sus palabras y por su deseo de anexar este blog en los enlaces de su pagina. Mi deseo es poder ser de bendicion a todo creyente que siente hambre y sed de Dios y de la sana doctrina. Nos encontramos viviendo en tiempos como los que profetizo el profeta Amos, en los que habria hambre y sed (no de pan ni de agua), sino de oir la Palabra del Dios.

Gracias por compartir sus pensamientos y que Dios le continue bendiciendo y ayudando con su ministerio en Espana.

En Cristo
Daviel D'Paz