Monday, August 31, 2009

“Tiempos peligrosos: Un estudio del mal escatológico”



El Calvinismo siempre se ha caracterizado por un trato cuidadoso de las Escrituras. Sus detractores podrán acusar al Calvinismo de cualquier otra cosa, menos de ser un sistema teológico descuidado en su manejo e interpretación del texto sagrado. Si algo ha caracterizado al Calvinismo es el tener entre sus filas a los campeones de peso completo de la ortodoxia cristiana, quienes han sido conocedores del Griego y del Hebreo y muy meticulosos en su manejo de las Escrituras. Podemos hacer una lista casi interminable con los nombres de todos los que se han identificado con dicho sistema teológico.

Solo basta citar nombres como los de Juan Calvino, John Owen, Francis Turretin, James Buchanan, Jonathan Edwards, B. B. Warfield, John Murray, entre muchos otros para darnos cuenta del riquísimo legado que ellos le han dejado a la fe reformada. Ellos son solo algunos nombres que se encuentran en esa lista casi interminable. Cada uno de ellos escribieron voluminosas obras abordando en gran detalle temas bíblicos que hasta hoy día siguen enriqueciendo nuestra vida espiritual.

Deseo mencionar solo dos obras clásicas escritas por dos de estos gigantes que he mencionado para poder tener una idea de la calidad que tenían. Me refiero al libro escrito por John Owen (1616-1683) “The Death of the Death in the Death of Christ” el cual hace una exégesis sumamente detallada de los versículos que han sido malinterpretados por el sistema Arminiano. Hasta hoy día, no hay ningún teólogo Arminiano que intente siquiera refutar los argumentos de John Owen expuestos en ese libro. A decir verdad, el nombre de John Owen es casi hasta prohibido mencionarse en los círculos académicos y teológicos del arminianismo. Una de las razones que existen para no mencionarlo e ignorar sus escritos es demasiado obvia: simplemente no pueden refutar sus argumentos.

El otro libro es “The Doctrine of Justification” escrito por James Buchanan (1804-1870). Este libro tiene 514 páginas y expone en detalle la doctrina de la justificación desde una perspectiva histórica y Escritural. Este libro es el “Mágnum Opus” del mundo Protestante respecto al tema de la Justificación por fe. Hasta hoy día, nadie ha podido refutar los argumentos de Buchanan expuestos en ese libro.

La iglesia de Jesucristo a lo largo de su historia siempre ha necesitado de los John Owens y de los James Buchanans para que puedan defender la fe “una vez dada a los santos”. Si el Calvinismo ha sido cuidadoso en su manejo de las Escrituras respecto a temas tan importantes como lo es la doctrina de la Justificación por fe (James Buchanan) y la naturaleza de esa justificación (John Owen), también ha sido cuidadoso en su trato con los temas escatológicos. Lamentablemente la iglesia actual ha prestado más atención a las especulaciones escatológicas promovidas por películas apocalípticas al estilo de Hollywood y por novelas de ficción al estilo de John Grisham que por una interpretación seria y concienzuda de los principales distintivos escatológicos del texto sagrado.

Pero existe un grupo de creyentes –tal como siempre lo ha habido-, que no se conforman con meras especulaciones e imaginaciones de escritores profesionales, sino que desean conocer lo que verdaderamente dicen las Escrituras respecto a este tema tan importante. Entre este grupo de creyentes se encuentra un Calvinista Reformado llamado Kenneth L. Gentry quien es uno de los mejores expositores de la actualidad sobre temas escatológicos. Es cierto que ningún libro escrito por Gentry ha sido llevado a la pantalla grande, ni tampoco ha escrito ninguna serie de novelas exponiendo en detalle los acontecimientos finales. Pero aun así, sus escritos respecto a este tema pueden fácilmente ser catalogados como lo mejor de lo mejor. Tal vez Gentry es para nosotros hoy lo que John Owen fue para su generación. Lo irónico de todo esto es que los únicos que realmente valoran a tales creyentes, son las generaciones posteriores. Tal vez los escritos de Gentry no sean apreciados en su generación, pero bien puede ser que las generaciones futuras aprecien la fina exégesis de los textos escatológicos realizados por Kenneth Gentry.

Kenneth Gentry escribió un libro titulado “Perilous Times: A Study In Eschatological Evil”, en donde aborda el tema de la escatología examinando los textos bíblicos de manera cuidadosa y siempre en su contexto inmediato. En este libro Gentry no deja ninguna piedra sin remover. El mérito de Gentry en este libro, es que ataca al Dispensacionalismo en donde más vulnerable se encuentra: haciendo una exégesis detallada de los textos escatológicos que han sido usados por muchos años por el Dispensacionalismo como prueba irrefutable de que tales textos enseñan claramente el Premilenialismo Dispensacionalista. Gentry interactúa con textos tales como Daniel 9:24-27; Mateo 24:1-36; 2 Tesalonicenses 2:1-8; Apocalipsis 13:1-18 y Apocalipsis 17:1-10.

Por otro lado, John F. MacArthur escribió un libro titulado “The Second Coming: Signs of Christ Return and the End of the Age”, en donde defiende los postulados Premileniales Dispensacionalistas. Ambos autores se identifican con el Calvinismo, pero difieren en su apreciación del tema escatológico. Lo que me llama la atención, es que MacArthur aunque conoce muy bien a Kenneth Gentry, NO menciona en ninguna parte de su libro los argumentos presentados por Gentry en varios de sus libros. En la edición del 2003 de su libro, MacArthur solo se limita a mencionar a Gentry en una breve nota en las páginas 226 y 227.

Este silencio por parte de John MacArthur nos dice mucho sobre el débil fundamento sobre el que se encuentra edificado el Dispensacionalismo. Pero para poner las cosas en su perspectiva correcta, voy a permitir que los dos autores expongan sus respectivos argumentos de los pasajes abordados en cada uno de sus libros. Estaremos examinando principalmente el capítulo 24 de Mateo y permitiéndoles que ellos sean los que expliquen esos versículos como mejor saben hacerlo. Nosotros solo nos limitaremos a examinar los argumentos y dar nuestras opiniones respecto a quien de los dos hace un mejor trabajo en su respectiva exposición.

Es importante mencionar que las Escrituras no son un pedazo de cera al que podemos moldear a nuestro antojo. No podemos inferir ni deducir algo que no se encuentra en el texto, pues si lo hacemos corremos el peligro de mal interpretar y distorsionar las Escrituras tal como muchos cultos falsos ya lo han estado haciendo. Ultimadamente nosotros mismos somos los beneficiados si seguimos el ejemplo de los cristianos de Berea los cuales escudriñaban “cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11).

Daviel D’Paz

Saturday, August 22, 2009

John MacArthur y el Dispensacionalismo de John Nelson Darby (2ª Parte)



Continuando con el tema anterior, creo que sería bueno interactuar con lo que John MacArthur ha escrito sobre el sistema escatológico al cual él se adhiere. Pero antes de hacerlo, quisiera hablar un poco sobre los orígenes del Dispensacionalismo como sistema escatológico. El Dispensacionalismo fue inicialmente adoptado y propagado por John Nelson Darby alrededor del 1830. Pero aunque a Darby se le ha dado casi todo el crédito por la existencia de dicho sistema interpretativo, no debemos olvidar que hubo otro líder cuya labor ha sido quizás mucho más notoria y sobresaliente en propagar dicho sistema en casi todos los países del mundo. Me refiero a C. I. Scofield y su Biblia anotada la cual lleva su nombre y que ha sido una pieza clave para popularizar las peculiares enseñanzas Dispensacionalistas.

Existe mucha confusión respecto a esto, porque muchos creen que el principal distintivo del Dispensacionalismo es el énfasis que hacen en las diferentes “dispensaciones”. Pero esto no es así. El verdadero distintivo del Dispensacionalismo como sistema, es su peculiar enseñanza sobre la separación entre Israel y la iglesia. En otras palabras, el Dispensacionalismo enseña que Dios tiene DOS PLANES distintos: uno para el Israel terrenal y el otro plan para la iglesia, la cual según ellos, es de origen celestial. De esa manera, ellos hacen una completa separación entre los santos del A. T. tales como Moisés, David, Daniel, etc., y los santos del Nuevo Testamento tales como Pedro, Pablo, Juan etc. Pero la Biblia en ningún lugar habla de esta separación.

Es necesario mencionar también que existen varias formas de Dispensacionalismo:

1) El Dispensacionalismo Clásico, el cual es la clase de Dispensacionalismo propuesto por John Nelson Darby y popularizado por C. I. Scofield y Lewis Sperry Chafer. Esta clase de Dispensacionalismo ve a la iglesia como UN GRAN PARENTESIS en el plan de Dios.

2) El Ultra-Dispensacionalismo. Este nombre fue acuñado por los Dispensacionalistas clásicos para describir al sistema propuesto por E. W. Bullinger y W. E. Welch. Este grupo insiste en que existe otra Dispensación entre Israel y la iglesia en el presente. Uno de los peculiares distintivos de este grupo, es que ven al bautismo en agua como algo irrelevante para la iglesia de hoy. Algunos incluso hasta rehúsan celebrar la cena del Señor por considerarla también irrelevante. Esta clase de Dispensacionalismo no es muy popular y no cuenta con muchos adherentes entre la comunidad hispana.

3) El Dispensacionalismo tradicional o “revisado”. Esta clase de Dispensacionalismo es una “revisión” o modificación del Dispensacionalismo clásico que fue realizada entre los años 1950 al 1970. Algunos de los principales proponentes de este “revisionismo” del Dispensacionalismo Clásico fueron el ya fallecido John F. Walvoord, Dwight Pentecost y Charles C. Ryrie. Esta forma de Dispensacionalismo revisado, fue ampliamente difundido y popularizado por Hal Lindsey (La Agonía del Gran Planeta Tierra) y Tim LaHaye en su serie de novelas de ficción “Left Behind” (Dejados Atrás).

4) El Dispensacionalismo Progresivo. Esta forma de Dispensacionalismo es otra “revisión” mas del Dispensacionalismo clásico que comenzó a aparecer en la década de los 90’s con autores tales como Robert Saucy, Craig Blaising y Darrel Bock entre otros. Esta forma de Dispensacionalismo intenta encontrar un terreno medio entre el Dispensacionalismo “tradicional” o “revisado” y los proponentes de la Teología del Pacto. Es interesante el darnos cuenta que esta clase de Dispensacionalismo es rechazado por todos los que se adhieren al Dispensacionalismo Tradicional de la escuela de Chafer y Walvoord. Robert Saucy escribió un libro en donde intenta establecer los postulados del Dispensacionalismo Progresivo: “A Case For Progressive Dispensationalism”. [Para mas información sobre las diferentes clases de Dispensacionalismo, ver el artículo escrito por Craig Blaising en “Evangelical Dictionary of Theology”, p. 344,345, (Baker Books, 2001)].

Si el lector se siente abrumado por tantas diferencias, no debe olvidar que todavía existen otras diferencias más, generadas también por el sistema Dispensacional, tales como el tiempo exacto del rapto de la iglesia. Existen por lo menos tres posturas distintas respecto a esto:
1) El Rapto Pre-tribulacional (es decir, que va a suceder antes de la Gran Tribulación).
2) El Rapto Mid-Tribulacional (que va a tener lugar a la mitad de los 7 años de tribulación).
3) El Rapto Post-tribulacional (que tendrá lugar después de los 7 años de Gran Tribulación).

Toda esta confusión e interpretaciones variadas tienen lugar debido a que se ha abandonado el método interpretativo normal de la Biblia respecto a la escatología y se lee el texto con ciertas presuposiciones e inferencias que no se encuentran en el texto sagrado. Para complicar más las cosas, los que saben mejor no logran esclarecer el panorama profético. Por ejemplo, John MacArthur escribió un libro titulado: “The Second Coming” [Crossway Books, 1999, 2003] (La Segunda Venida), en donde intenta demostrar que el Dispensacionalismo Premilenial es el sistema bíblicamente correcto en lo que a la escatología se refiere.

MacArthur Inicia su introducción afirmando que él cree en el regreso de Cristo “en forma corporal y visible” asegurando que todos aquellos que abandonan la enseñanza de la Segunda venida de Cristo han abandonado “el verdadero cristianismo”. Después de estas palabras introductorias, MacArthur comienza a hablar del peligro que existe en negar la Segunda Venida de Cristo. Menciona el hecho de que “los teólogos liberales hace ya mucho que renunciaron a la enseñanza de la segunda venida literal de Jesucristo” (p.9).

Después comienza a decir que recientemente han habido algunos tradicionalmente conservadores quienes son supuestamente “creyentes en la Biblia que han atacado la doctrina del regreso literal y corporal de Jesucristo” (p. 9). Con estas palabras, MacArthur comienza a tejer su argumento en contra del hyper-preterismo también conocido como “Preterismo Total” el cual debe distinguirse del “Preterismo Parcial”.

MacArthur comienza a hablar del Preterismo Total como una peligrosa herejía, lo cual es verdad. Pero lo que me llama mucho la atención es que MacArthur NUNCA menciona lo que los Preteristas Parciales creen. Lo único que hace es descargar toda su artillería en contra de los Preteristas totales y de alguna manera deja al lector con la sensación de que TODO lo que tenga que ver con PRETERISMO, es una peligrosa herejía. Esto es algo muy lamentable de parte de alguien que conoce muy bien las marcadas diferencias que existen entre los “Preteristas Totales” y los “Preteristas Parciales”.

Más extraño aún es el hecho de que MacArthur sabe muy bien que lideres cristianos tales como R. C. Sproul es un preterista parcial y quien ha invitado a MacArthur a predicar en las conferencias patrocinadas por el ministerio de R. C. Sproul. Pero a pesar de esto, MacArthur no se atrevió a dar una clara explicación de lo que creen los Preteristas Parciales y da la sensación de que para él TODOS creen lo mismo cuando la verdad es que no es así.

Algo muy rescatable de la introducción de MacArthur en su libro, es el hecho que acepta y reconoce la clase de sensacionalismo que ha caracterizado a muchos autores respecto a la Segunda venida de Cristo. Por ejemplo, MacArthur hace una crítica bien merecida de lo que escribe Hal Lindsey en sus libros “La Agonía del Gran Planeta Tierra” y “1980’s: Cuenta Regresiva al Armagedón” en donde Lindsey escribe: “Los profetas escribieron que el resurgimiento de Israel –y ningún otro evento- sería la señal que nos diría que la cuenta regresiva ha comenzado. Desde ese resurgimiento, el resto de las profecías han comenzado a cumplirse de manera rápida. Por esta razón, estoy convencido que nos encontramos ahora en el tiempo único muy claramente predicho por los profetas hebreos”. (p. 15)

La otra critica muy merecida que hace MacArthur en su introducción, es para mencionar el error de Edgar Whisenant quien escribió un libro titulado: “88 razones del porqué el Rapto va a ocurrir en 1988”. Cuando la fecha finalmente pasó “sin pena ni gloria”, Edgar se vio obligado a dar una respuesta a las interrogantes que le hacían. Su respuesta vino en la forma de otro libro titulado: “89 razones del porqué el Rapto va a suceder en 1989”. Esta vez las personas no fueron tan ingenuas para creer la explicación que Whisenant les daba. La fecha llegó y no sucedió nada.

La otra crítica va dirigida a Harold Camping (presidente y dueño de “Family Radio”), quien escribió un voluminoso libro afirmando que la venida de Cristo o el rapto de la iglesia tendría lugar el 7 de Septiembre de 1994. Cuando la fecha llegó y no sucedió nada, Camping se vio en la penosa necesidad de dar una explicación. La explicación que Camping dio complicó las cosas todavía más para él. Camping se encuentra afirmando que aunque Cristo no vino de manera literal, la era de la iglesia ha terminado y por lo tanto los creyentes no necesitan reunirse en ningún lugar porque la era de la iglesia ya pasó. Ahora lo único que se necesita hacer es quedarse en casa los Domingos y sintonizar la estación cristiana….¡Family Radio!

Pero todo esto debería hacer pensar a MacArthur que tal vez algo anda terriblemente mal con las presuposiciones escatológicas de estos personajes que han puesto fechas para la venida de Cristo o para el rapto de la iglesia. Pero tal parece que no es así. Tal parece que MacArthur sigue creyendo que el Premilenialismo Dispensacionalista es el mejor sistema interpretativo en lo que a escatología se refiere, pues escribe lo siguiente:

“Por esa razón, creo que el Premilenialismo es el que mejor refleja el entendimiento correcto de las Escrituras. El Premilenialismo afirma que Cristo va a regresar a la tierra para juzgar al mundo y a establecer su reino aquí por 1,000 años, durante los cuales Satanás será atado. Apocalipsis 20 solamente parece establecer definitivamente esta cuestión y no conozco de otro pasaje de la Escritura que sugiera algún otro escenario diferente. Por el contrario, todas las profecías del Antiguo Testamento acerca del reino armonizan mejor con el premilenialismo” (p.23).

Esta afirmación hecha por MacArthur es verdaderamente sorprendente. A leguas se nota que sus ideas preconcebidas no le permiten ser objetivo respecto a este tema. Afirmar que el Premilenialismo es el único sistema que es más fiel a las Escrituras, es muy ingenuo de su parte por decir lo menos. Tal parece que MacArthur ignora la existencia de grandes gigantes intelectuales que han rechazado al premilenialismo por ser un sistema muy desviado en sus interpretaciones, tal como B. H. Carroll lo creía. Tampoco menciona el hecho de que los mejores expositores bíblicos de renombre en la actualidad NO SON premilenialistas. La mayoría de ellos o son Amilenialistas o son Postmilenialistas.

Lamentablemente, MacArthur no se toma el tiempo para explicar más o menos en detalle los principales postulados del Amilenialismo y del Postmilenialismo, lo cual en un libro sobre escatología, es casi imperdonable. Solo hace tres escasas menciones del Amilenialismo y cuatro del post-milenialismo (¡y la mayoría de ellas aparecen en el Glosario!). Tal parece que MacArthur tiene temor de que los creyentes premilenialistas comparen las pruebas bíblicas que tienen cada uno de ellos y obviamente el premilenialismo salga perdiendo. Es esta clase de actitud la que no puede ser pasada por alto debido a que los creyentes merecen conocer lo que cada sistema de interpretación cree. Pero la realidad es que todo el resto del libro solo se enfoca en abordar el tema escatológico de la segunda venida de Cristo desde una perspectiva PREMILENIALISTA y cualquier referencia a los otros dos sistemas rivales es muy breve y escasa, deduciendo desde el mismo inicio del libro que no vale la pena tomarse la molestia de examinarlos detenidamente.

MacArthur concluye su introducción después de dar una brevísima descripción de lo que es el Amilenialismo y el Post-milenialismo, con las siguientes palabras:

“Muchos teólogos y comentaristas que respeto, se adhieren al Amilenialismo o al Post-milenialismo. Sin embargo, habiendo estudiado cuidadosamente los argumentos para todos los puntos de vista, estoy convencido que el Premilenialismo es el único que cuenta con un soporte exegético sólido. El Amilenialismo y el Post-milenialismo tienden a sostener sus puntos de vista debido a su teología y no debido a las consideraciones textuales. Ambas posturas requieren de un manejo extraordinario de los pasajes proféticos de las Escrituras, demandando que el intérprete alegorice o espiritualice el significado de tales textos, en vez de emplear los mismos principios históricos y gramáticos de interpretación que aplicamos al resto de las Escrituras”.

Esto es verdaderamente increíble. MacArthur todavía nos sigue debiendo esas “pruebas” que lo convencieron de que el Premilenialismo es el UNICO sistema escatológico que es mas fiel a las Escrituras. Hasta donde tengo entendido. MacArthur NUNCA ha dado esas pruebas por escrito en donde haga un amplio examen tanto del Amilenialismo como del Post-milenialismo y las compare con las pruebas del Premilenialismo. Creo que no lo ha hecho ni lo va a hacer por una de las dos siguientes razones que puedo ver:

1) Porque tal vez el mismo va a terminar abandonando al premilenialismo como un sistema sumamente defectuoso.

2) O porque tal vez su examen cuidadoso haga que muchos Premilenialistas abandonen dicho sistema en favor del Amilenialismo o del Post-milenialismo tal como MUCHOS ya lo han estado haciendo.

Daviel D’Paz

Nota: Para todos los que deseen leer algunas o tal vez todas las páginas de este libro Online, pueden hacerlo a través de este enlace:

http://books.google.com/books?id=yi6gqdxgtYQC&pg=PA35&lpg=PA35&dq=The+Second+Coming+book+picture+by+MacArthur&source=bl&ots=BuPcq8-Ki1&sig=9ROaaxj4FhygIiT-Dwl3n3XHIN8&hl=en&ei=q9mQSpHdKIX-tQOty8UL&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1#v=onepage&q=&f=false

Monday, August 3, 2009

John MacArthur y el Dispensacionalismo de John Nelson Darby



“No cabe duda que hasta al mejor cocinero se le quema la sopa”. Así reza un refrán muy conocido y muy citado en nuestra comunidad hispana. Creo que este refrán se aplica muy bien al ejemplo de John MacArthur que a continuación intentaré explicar.

John MacArthur es un expositor bíblico muy capaz, de eso no hay duda. Su fama y prestigio en exponer las Escrituras es impresionante. Es un conocedor del griego y un prolífico autor y comentarista de renombre. El nombre de John MacArthur es sinónimo de excelencia debido a su postura doctrinal firmemente anclada en las Escrituras.

Pero existe una terrible deficiencia hermenéutica que todavía no ha sido superada ni solucionada. Y es precisamente esa deficiencia la que pone a John MacArthur en un ambiente no muy agradable que digamos. Actualmente, MacArthur se encuentra radiando una serie de mensajes escatológicos titulada “The Man Who Would Be Christ” (El hombre que seria Cristo), en donde intenta defender los postulados de John Nelson Darby sobre la identidad del Anticristo. Obviamente MacArthur nunca menciona (ni de chiste) el controversial nombre de John Nelson Darby.

Es verdaderamente sorprendente el que un gigante intelectual de la estatura de John MacArthur se aferre a una interpretación hermenéutica altamente cuestionable en lo que a la escatología se refiere. Es sorprendente porque cuando MacArthur aborda cualquier otro tema, lo hace con una pericia y exactitud de todo un experto. Pero cuando aborda el tema sobre profecía bíblica, abandona el sistema interpretativo que usa en cualquier otro tema. Esto es algo que en lo personal no entiendo porque lo hace. No quisiera pensar que MacArthur es culpable de orgullo intelectual. Mejor quiero pensar que lo que dice nuestro famoso refrán se aplica a su persona: “No cabe duda que hasta al mejor cocinero se le quema la sopa”.

Esto nos dice también que el primer punto del Calvinismo demuestra ser una gran verdad: Que el pecado ha afectado tanto a nuestra mente, que aún cuando hemos sido redimidos de la corrupción del pecado, aun así, no nos encontramos libres de las limitaciones que nuestra naturaleza caída nos impone.

Por ejemplo, MacArthur ha tomado 2 Tesalonicenses 2 como base textual para su serie de mensajes proféticos. En una de sus introducciones, Carl (quien es el introductor de todos los programas radiales de MacArthur), le hace una pregunta interesante a los radio oyentes que dice más o menos así: “¿Has construido tu escatología con las novelas de ficción de “Left Behind” o con lo que dice la Biblia?”. Lo interesante de todo esto es que TODO lo que expone John MacArthur en sus prédicas sobre 2 Tesalonicenses 2, es exactamente lo que los libros de ficción de “Left Behind” exponen en un formato novelesco.

Personalmente veo una gran deficiencia en la manera en la que MacArthur aborda los textos escatológicos. Esa deficiencia es principalmente hermenéutica. Por ejemplo, uno esperaría que MacArthur tomara en contexto lo que Cristo dijo en Mateo 24 al abordar los temas proféticos. Pero NO ES ASI. Tal parece que Mateo 24 NO EXISTE en la Biblia o al menos eso no encaja en el sistema interpretativo de MacArthur. La verdad es que Mateo 24 es un capitulo que no puede ser ignorado o pasado por alto cuando se abordan los temas proféticos o escatológicos.

La razón para ignorar o simplemente pasar por alto a Mateo 24, es que lamentablemente MacArthur se ha “casado” con un sistema escatológico conocido como “Dispensacionalismo” que fue moldeado y propagado por John Nelson Darby. Esa es la razón por la que aborda los textos escatológicos de la manera en que lo hace: teniendo al sistema Dispensacionalista como su base. Por supuesto que él afirma que no es así. Pero las evidencias hablan por si solas.

Hasta este momento no logro entender como alguien puede decir que es Calvinista Reformado y aferrarse al sistema Dispensacionalista. Eso es tan inconsistente y contradictorio como decir que yo soy Calvinista y Arminiano al mismo tiempo. Pero en fin, el refrán nos muestra que tiene mucha razón: “No cabe duda que hasta al mejor cocinero se le quema la sopa”.

Para todos aquellos que deseen escuchar la serie de John MacArthur, pueden hacerlo por medio de la internet en este enlace:

http://www.oneplace.com/ministries/Grace_to_You/archives.asp

Estos mensajes son tal como se encuentran siendo radiados en distintas estaciones a traves de todo el pais.

Daviel D'Paz