Thursday, December 18, 2008

UN CLASICO SERMON PARA RECORDAR



Pecadores en Manos de un Dios Airado

Por: Jonathan Edwards

Actualización y corrección de estilo: Daviel D’Paz


Sermón predicado en julio de 1741.


"A su tiempo su pie resbalará" (Deuteronomio 32:35).

En este versículo la venganza de Dios amenazaba sobre los israelitas impíos e incrédulos, que eran el pueblo visible de Dios y quienes vivieron bajo los medios de gracia. Pero quienes, a pesar todas las obras maravillosas de Dios para con ellos, permanecieron como dice el v.28, desprovistos de consejos, no teniendo entendimiento en ellos. De todos los cultivos del cielo solo sacaron a luz frutos amargos y venenosos, tal como lo muestran los dos versículos que preceden al texto. La expresión que he escogido para mi texto, “A su tiempo su pie resbalará”, parece indicar las siguientes cosas con respecto al castigo y destrucción a que estaban expuestos esos impíos israelitas.

1. Estuvieron siempre expuestos a la destrucción como aquel que permanece o camina en lugares resbaladizos está siempre expuesto a la caída. Esto está implicado en la manera de su destrucción cuando viene hacia ellos, estando representada por sus pies resbalando. Lo mismo es expresado en el Salmo 73:18. "Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer."

2. Implica que estuvieron siempre expuestos a una destrucción repentina. Como el que camina en lugares resbaladizos está expuesto a cada momento a caer. No puede predecir si al siguiente momento permanecerá de pie o caerá y cuando cae, cae de golpe y sin advertencia, lo cual está también expresado en el Salmo 73:18-19. "Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer. ¡Cómo han sido asolados de repente!"

3. Otra cosa implicada aquí, es que están expuestos a caer por ellos mismos sin ser arrojados a tierra por la mano de otro, como aquel que permanece de pie o camina en suelo resbaladizo y no necesita otra cosa más que su propio peso para caer al suelo.

4. La razón por la que no han caído todavía ni caen ahora, es solamente porque el tiempo señalado por Dios todavía no ha llegado. Porque se dice que cuando ese tiempo esperado o momento señalado llegue, sus pies resbalarán. Luego se dejarán caer, de la manera en que están inclinados a ello por su propio peso. Dios no los sostendrá ya más en esos lugares resbaladizos, sino que los dejará ir. Y luego, en ese mismo instante caerán en destrucción, como aquel que se encuentra en suelos inclinados y resbalosos o al filo de un abismo, que no puede mantenerse firme por sí solo. Cuando se deja sin apoyo inmediatamente cae y se pierde.

La observación de estas palabras en las que voy a insistir ahora es ésta: "No hay otra cosa que mantenga a los hombres impíos fuera del infierno en todo momento, que el mero placer de Dios." Por el mero placer de Dios quiero decir su placer soberano, su voluntad arbitraria, no restringida por ninguna obligación, ni impedida por ninguna dificultad ni ninguna otra cosa. Como si la pura voluntad de Dios no tuviera ni un momento en el menor grado, o en algún otro aspecto, ningún lugar en la preservación de los impíos. La verdad de esta observación aparece al considerar lo siguiente:

Para leer todo el mensaje, favor de hacerlo en este enlace:


No comments: