La situación económica y algunos otros eventos noticiosos actuales que acaparan la atención de los titulares, son para muchos “expertos” en profecía bíblica, un cumplimiento exacto de la antesala de la Gran Tribulación y la manifestación del Anticristo en nuestro tiempo actual. Solo basta con examinar varios de esos sitios en la Internet para darnos cuenta que hasta “la gripe porcina” la relacionan ya directamente con el fin del mundo. ¿Hasta cuando el pueblo evangélico va a despertar de su terrible letargo espiritual en el que se encuentra?
Lo irónico de todo esto, es que esos expertos quienes afirman conocer hasta el significado de las diademas en los cuernos de la bestia, ignoran que su método de interpretación no es el único que existe entre los cristianos evangélicos. También parecen ignorar que su postura interpretativa es la más nueva de todas las posturas escatológicas y de los métodos de interpretación que han existido a lo largo de la historia de la iglesia. Pero eso es lo que menos les importa a ellos. Lo único que les importa es dar a conocer con mucha seguridad los supuestos eventos que acontecerán justo a la vuelta de la esquina.
El pueblo evangélico ha sido por varios años muy vulnerable a esta clase de literatura que raya casi en el amarillismo: los supuestos complots de la extinta Unión Soviética, del FBI, de la CIA y del magnate de las computadoras Bill Gates. Es realmente interesante el examinar ciertos libros y artículos escritos por algunos de esos expertos en profecía bíblica respecto a los posibles candidatos para desempeñar el papel del Anticristo. En esa larga lista encontramos a Adolfo Hitler, el Papa Juan Pablo II, John F. Kennedy, Mikhail Gorbachev, Saddam Hussein, Bill Clinton, el Príncipe Charles y Bill Gates entre muchos otros que no voy a mencionar porque si lo hago, no termino este artículo.
John Hagee escribió un libro titulado “El Principio del Fin” en donde afirmaba que la muerte de Yitzak Rabin desencadenaría los eventos que conducirían al Rapto de la iglesia y a la Gran Tribulación. Los años pasaron y nada sucedió (bueno, lo único que sí sucedió con toda seguridad fueron las ganancias económicas que Hagee obtuvo con la venta de ese libro). Pero una vez más, Hagee se ha motivado a escribir otro de sus “Bestsellers” (aunque todavía no lo es). El libro más reciente que John Hagee escribió se titula: “Financial Armageddon” (El Armagedón Financiero).
Lo primero que me llama la atención, es el observar que no fue Nelson Publishers los que publicaron este libro tal como lo hicieron en los anteriores, sino Front Line (una división de Carisma House). Esto es algo extraño debido a que los libros de Hagee le han dejado jugosas ganancias a la compañía Thomas Nelson. Pero creo saber cual es la razón (aunque no de manera oficial, desde luego) por la que Nelson no ha querido publicarle ya los libros al predicador “Trueno” de San Antonio. Y creo que una de las razones es porque sus libros anteriores han fallado terriblemente en acertarle al blanco. Desafortunadamente los argumentos y predicciones de Hagee en esos libros son tan importantes y valiosos ahora como lo son los periódicos que salieron a la venta hace una semana. El único lugar importante que ocupan esos periódicos es en los cestos de basura o en las tiendas de abarrotes para envolver ciertos productos.
Lo segundo que me llama la atención de ese libro es su titulo: “El Armagedón Financiero”. Que yo sepa y hasta donde tengo entendido, “Armagedón” es una palabra que describe lo que será la batalla final entre Cristo y el Anticristo en la escatología Dispensacionalista. Al menos eso fue lo que yo aprendí cuando estaba entre las filas Dispensacionalistas. Pero ahora Hagee redefine esa palabra aplicándola a la crisis financiera y al supuesto colapso económico mundial que tendrá lugar dentro de no muchos días y que esta crisis va a ser el clima propicio para que el Anticristo tome las riendas del poder político mundial.
Lo tercero que me llama la atención es lo que escribió Stephen Strang sobre el libro y sobre John Hagee. Strang es el dueño de la poderosa firma Strang communications y dice en el prologó de este libro lo siguiente:
“El Armagedón Financiero por el pastor John Hagee provee de respuestas mediante la Palabra de Dios. Hagee es un poderoso ministro cuyas predicaciones y enseñanzas ponen a los tiempos difíciles en perspectiva para los creyentes y él tiene un gran discernimiento sobre el significado de los eventos actuales desde una perspectiva bíblica. Por ejemplo, cuando los precios del petróleo se encontraban escalando exageradamente a mediados del 2008, Hagee preparó una serie de enseñanzas titulada: “La Crisis del Petróleo y el camino hacia el Armagedón”. La respuesta a esa serie fue más del doble de lo que usualmente se esperaba. ¿Por qué razón? Porque las personas quieren respuestas y Hagee se las provee. Creo que la crisis existente es tan importante que animé a nuestro grupo de libros Strang a apresurar este libro en la imprenta. Apareció en los estantes de las librerías a tan solo seis semanas después de haber concebido la idea –un tiempo record que casi no se escucha en los círculos de publicaciones”. (John Hagee, "Financial Armageddon", Front Line 2008, p.vii).
Estas palabras son bastante reveladoras. Ellas nos dicen que lo realmente dicta la necesidad de escribir un libro no es una necesidad espiritual, sino una necesidad o una crisis que va a resolver los problemas de las personas. Y esa necesidad o crisis, es alimentada por la situación económica, política o social que se vive en el momento. Lamentablemente esta clase de acercamiento hacia la Biblia es lo que ha generado una cantidad casi innumerable de cultos falsos. Si el acercamiento pragmatista de que la gente quiere respuestas a sus problemas o necesidades personales es lo único que motiva a un escritor a escribir un libro, entonces eso se convierte en una clase de filosofía que dice que “al cliente hay que darle lo que pida”. Casi todos sabemos ya hacia donde conduce esa clase de filosofías.
Pareciera que aprendiéramos de la historia y de los errores que otros cometen, pero vemos que no es así. No podemos seguir INTERPRETANDO la Biblia a la luz de los eventos políticos, económicos y sociales que tienen lugar día tras día. La Palabra de Dios no fue inspirada para que hiciéramos eso. La Biblia es la revelación de Dios al hombre para que este pueda ser reconciliado con Él y ser salvo. La Biblia no nos ha sido dada como un manual al que debemos recurrir para saber como resolver todos y cada uno de nuestros problemas personales, financieros, etc. Las personas que ven la Biblia de esta manera han errado grandemente y no conocen el propósito primordial del porqué a Dios le plació inspirar Su Palabra.
Y es ese desconocimiento el que lleva a muchos creyentes a vivir con la Biblia en una mano y el periódico en la otra. No es pues ninguna sorpresa que los libros que son escritos de esa manera, terminen exactamente igual que esos periódicos que ellos consultan: en un cesto de basura.
Daviel D’Paz
Lo irónico de todo esto, es que esos expertos quienes afirman conocer hasta el significado de las diademas en los cuernos de la bestia, ignoran que su método de interpretación no es el único que existe entre los cristianos evangélicos. También parecen ignorar que su postura interpretativa es la más nueva de todas las posturas escatológicas y de los métodos de interpretación que han existido a lo largo de la historia de la iglesia. Pero eso es lo que menos les importa a ellos. Lo único que les importa es dar a conocer con mucha seguridad los supuestos eventos que acontecerán justo a la vuelta de la esquina.
El pueblo evangélico ha sido por varios años muy vulnerable a esta clase de literatura que raya casi en el amarillismo: los supuestos complots de la extinta Unión Soviética, del FBI, de la CIA y del magnate de las computadoras Bill Gates. Es realmente interesante el examinar ciertos libros y artículos escritos por algunos de esos expertos en profecía bíblica respecto a los posibles candidatos para desempeñar el papel del Anticristo. En esa larga lista encontramos a Adolfo Hitler, el Papa Juan Pablo II, John F. Kennedy, Mikhail Gorbachev, Saddam Hussein, Bill Clinton, el Príncipe Charles y Bill Gates entre muchos otros que no voy a mencionar porque si lo hago, no termino este artículo.
John Hagee escribió un libro titulado “El Principio del Fin” en donde afirmaba que la muerte de Yitzak Rabin desencadenaría los eventos que conducirían al Rapto de la iglesia y a la Gran Tribulación. Los años pasaron y nada sucedió (bueno, lo único que sí sucedió con toda seguridad fueron las ganancias económicas que Hagee obtuvo con la venta de ese libro). Pero una vez más, Hagee se ha motivado a escribir otro de sus “Bestsellers” (aunque todavía no lo es). El libro más reciente que John Hagee escribió se titula: “Financial Armageddon” (El Armagedón Financiero).
Lo primero que me llama la atención, es el observar que no fue Nelson Publishers los que publicaron este libro tal como lo hicieron en los anteriores, sino Front Line (una división de Carisma House). Esto es algo extraño debido a que los libros de Hagee le han dejado jugosas ganancias a la compañía Thomas Nelson. Pero creo saber cual es la razón (aunque no de manera oficial, desde luego) por la que Nelson no ha querido publicarle ya los libros al predicador “Trueno” de San Antonio. Y creo que una de las razones es porque sus libros anteriores han fallado terriblemente en acertarle al blanco. Desafortunadamente los argumentos y predicciones de Hagee en esos libros son tan importantes y valiosos ahora como lo son los periódicos que salieron a la venta hace una semana. El único lugar importante que ocupan esos periódicos es en los cestos de basura o en las tiendas de abarrotes para envolver ciertos productos.
Lo segundo que me llama la atención de ese libro es su titulo: “El Armagedón Financiero”. Que yo sepa y hasta donde tengo entendido, “Armagedón” es una palabra que describe lo que será la batalla final entre Cristo y el Anticristo en la escatología Dispensacionalista. Al menos eso fue lo que yo aprendí cuando estaba entre las filas Dispensacionalistas. Pero ahora Hagee redefine esa palabra aplicándola a la crisis financiera y al supuesto colapso económico mundial que tendrá lugar dentro de no muchos días y que esta crisis va a ser el clima propicio para que el Anticristo tome las riendas del poder político mundial.
Lo tercero que me llama la atención es lo que escribió Stephen Strang sobre el libro y sobre John Hagee. Strang es el dueño de la poderosa firma Strang communications y dice en el prologó de este libro lo siguiente:
“El Armagedón Financiero por el pastor John Hagee provee de respuestas mediante la Palabra de Dios. Hagee es un poderoso ministro cuyas predicaciones y enseñanzas ponen a los tiempos difíciles en perspectiva para los creyentes y él tiene un gran discernimiento sobre el significado de los eventos actuales desde una perspectiva bíblica. Por ejemplo, cuando los precios del petróleo se encontraban escalando exageradamente a mediados del 2008, Hagee preparó una serie de enseñanzas titulada: “La Crisis del Petróleo y el camino hacia el Armagedón”. La respuesta a esa serie fue más del doble de lo que usualmente se esperaba. ¿Por qué razón? Porque las personas quieren respuestas y Hagee se las provee. Creo que la crisis existente es tan importante que animé a nuestro grupo de libros Strang a apresurar este libro en la imprenta. Apareció en los estantes de las librerías a tan solo seis semanas después de haber concebido la idea –un tiempo record que casi no se escucha en los círculos de publicaciones”. (John Hagee, "Financial Armageddon", Front Line 2008, p.vii).
Estas palabras son bastante reveladoras. Ellas nos dicen que lo realmente dicta la necesidad de escribir un libro no es una necesidad espiritual, sino una necesidad o una crisis que va a resolver los problemas de las personas. Y esa necesidad o crisis, es alimentada por la situación económica, política o social que se vive en el momento. Lamentablemente esta clase de acercamiento hacia la Biblia es lo que ha generado una cantidad casi innumerable de cultos falsos. Si el acercamiento pragmatista de que la gente quiere respuestas a sus problemas o necesidades personales es lo único que motiva a un escritor a escribir un libro, entonces eso se convierte en una clase de filosofía que dice que “al cliente hay que darle lo que pida”. Casi todos sabemos ya hacia donde conduce esa clase de filosofías.
Pareciera que aprendiéramos de la historia y de los errores que otros cometen, pero vemos que no es así. No podemos seguir INTERPRETANDO la Biblia a la luz de los eventos políticos, económicos y sociales que tienen lugar día tras día. La Palabra de Dios no fue inspirada para que hiciéramos eso. La Biblia es la revelación de Dios al hombre para que este pueda ser reconciliado con Él y ser salvo. La Biblia no nos ha sido dada como un manual al que debemos recurrir para saber como resolver todos y cada uno de nuestros problemas personales, financieros, etc. Las personas que ven la Biblia de esta manera han errado grandemente y no conocen el propósito primordial del porqué a Dios le plació inspirar Su Palabra.
Y es ese desconocimiento el que lleva a muchos creyentes a vivir con la Biblia en una mano y el periódico en la otra. No es pues ninguna sorpresa que los libros que son escritos de esa manera, terminen exactamente igual que esos periódicos que ellos consultan: en un cesto de basura.
Daviel D’Paz
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