Wednesday, February 18, 2009

El futuro del pueblo Judío de acuerdo a la Biblia (1ª Parte)

Una de las características más perturbadoras de la escatología Dispensacionalista, es la muy peculiar enseñanza que afirma que los Judíos deben construir el tercer templo judío en el sitio exacto en el que se encontraba el segundo templo, aún cuando ellos están concientes que eso no puede ser posible debido al Domo de la Roca edificado en ese lugar por el pueblo árabe. Muchos autores Dispensacionalistas pro-templo, han inventado varias teorías de cómo puede ser construido ese templo sin que el pueblo árabe tome represalias, pues están concientes que tal acción puede desencadenar fácilmente una tercera guerra mundial si es que se intenta destruir el Domo de la Roca.

Examinando de cerca las premisas usadas por estos maestros Dispensacionalistas, uno puede ver rápidamente la falta de apoyo bíblico con la que cuentan para dichas enseñanzas. Por ejemplo, la Biblia claramente enseña que ahora bajo el Nuevo Pacto ya no es necesario un templo en el cual hacer sacrificios de animales, pues Cristo nuestro sacrificio perfecto ha sido aceptado por el Padre como un sacrificio suficiente por nuestros pecados “Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios” (Hebreos 10:12).

Una de las grandes deficiencias del sistema Dispensacional tiene que ver con su falta de comprensión en la naturaleza del Antiguo y Nuevo Pacto respectivamente. El antiguo Pacto no es “renovado”, sino más bien es “reemplazado” por uno nuevo y mejor. El escritor a los Hebreos expone con lujo de detalles esto:

“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar el segundo….Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer” (Hebreos 8:6, 7,13).

Cuando el escritor de Hebreos dice que “lo que se da por viejo y se envejece, está aproximoo a desaparecer”, es lo que le sucedió al antiguo Pacto después que Jesucristo fue crucificado y resucitó de entre los muertos. La destrucción del templo judío por parte de los romanos en el año 70 d.C. no fue producto de la casualidad, sino fue mas bien la confirmación de lo que dicen las Escrituras respecto al antiguo pacto: que el pacto hecho entre Dios y el pueblo judío había sido por fin reemplazado por un Nuevo Pacto el cual había sido profetizado de antemano por el profeta Jeremías (Jeremías 31:31-34). Lo que Jeremías profetiza, es citado por el escritor a los Hebreos para demostrar que tal promesa se había cumplido literalmente en la Persona de Jesucristo (Hebreos 8:8-12).

Mucho más perturbadora todavía, es la enseñanza del dispensacionalismo sobre el propósito del tercer templo judío. Un gran número de maestros Dispensacionalistas afirman que el propósito para la construcción del tercer templo judío, es para que ellos inicien una vez más los sacrificios de animales tal como se hacía bajo el antiguo Pacto. Esto por supuesto no solo es antibíblico, sino también es algo que trae afrenta al sacrificio de Cristo hecho “una vez y para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado” (Hebreos 9:26).

Pero esto no termina ahí, pues según el Dispensacionalismo el templo debe ser construido para que el Anticristo se siente en ese templo proclamando ser “dios mismo” e inicie una persecución y masacre contra el pueblo judío, tanto que el Holocausto de Hitler parecerá un juego de niños. Jack Van Impe escribe acerca de esto con las siguientes palabras: “Este nuevo y aclamado líder del revivido imperio romano, firmará un tratado de paz de siete años con Israel, pero lo romperá a la mitad de la semana setenta –la mitad de los últimos siete años…Esos serán días traumáticos para Israel. Cuando la paz parecía haber llegado, será quitada de ella y será sumergida dentro de otra persecución sangrienta” (Jack Van Impe, “Israel’s Final Holocaust”, p. 37, Thomas Nelson Publishers, 1979).

Es algo realmente irónico el que los que ahora mismo se jactan de ser los “amigos de Israel”, afirmen que los judíos todavía deberán sufrir otro Holocausto mucho más grotesco que el que fue perpetrado por Hitler. Una vez más Van Impe escribe: “Los estudiantes de las Escrituras deben recordar que la verdadera paz solo puede venir cuando el Príncipe de Paz regrese. Hasta entonces no podrá haber paz duradera sobre la tierra. Y el incremento de una retórica por la paz que ya ha comenzado, no es más que una señal de la destrucción del fin de los tiempos, un precursor de la hora más sangrienta de la historia: el tiempo de angustia de Jacob….El antisemitismo florecerá e Israel experimentará su holocausto final” (op. cit. pp. 114,128).

John Valwoord también creía que los judíos que regresen a Palestina para finalmente vivir en paz y seguridad en su propia tierra, todavía tendrán que enfrentarse a la furia futura del Anticristo:

“Israel se encuentra destinada a tener un tiempo muy particular de sufrimiento el cual eclipsará cualquier cosa que haya conocido en el pasado….Tan desgarrador como pueda parecer de contemplar, el pueblo de Israel que está regresando a su tierra antigua se están poniendo a sí mismos dentro del vértice de este futuro remolino, el cual destruirá a la mayoría de aquellos que se encuentren viviendo en la tierra de Palestina. El fuego refinador y escrutador del juicio divino producirá en Israel aquello que no se encuentra ahora, una actitud de verdadero arrepentimiento y ansiada anticipación de la venida del Mesías” (John F. Valwoord, citado por Timothy P. Weber en su libro “On The Road to Armagedón”, p. 149, Baker Books, 2004).

Todo escritor Dispensacionalista podrá tener ciertas diferencias con otros escritores Dispensacionalistas en algunos detalles, pero casi la mayoría de ellos concuerdan en que el pueblo judío todavía necesita experimentar el mayor holocausto en toda su historia en manos del Anticristo. Tal es el caso de Arthur Bloomfield quien escribió con lujo de detalles lo que el Anticristo va a hacerle al pueblo judío:

“Le tomó a Hitler hacer que los judíos regresaran a Palestina. Tomará a un Hitler mucho mayor para hacerlos volver a Dios…La persecución del Anticristo será mucho más terrible que la de Hitler. Hitler usó las cámaras de gas; se deshizo de seis millones de judíos; pero el propósito del Anticristo será el deshacerse de todos los judíos en todas las naciones. No todos los judíos pueden ser llevados a las cámaras de gas, pero ellos pueden ser llevados a Egipto. Egipto tiene grandes desiertos en donde los judíos pueden ser enviados para que mueran y sus huesos no se esparcirán en buena tierra” (Weber, op. cit. p. 151).

La escritora Grace Halsell escribió un libro titulado “Forcing God’s Hand”, en el cual ella critica duramente los postulados de la escatología Dispensacional. Tal crítica pudiera parecer injusta a simple vista, pero cuando examinamos detenidamente los argumentos de los maestros Dispensacionalistas, podemos afirmar que toda persona que examine las evidencias de manera objetiva, va a llegar a las mismas conclusiones.

Halsell escribe que cuando ella crecía,
“escuchaba a predicadores relatar historias bíblicas acerca de los enemigos de Dios. Escuchaba historias acerca de Gog y Magog…Hoy con la Biblia en una mano y el periódico en la otra, Jerry Falwell y Hal Lindsey identifican a estos enemigos como Rusia y China –y como los inminentes invasores de Israel. Falwell y Lindsey dicen que Dios desea que peleemos una terrible batalla la cual terminará con la historia humana. Ahora, con casi una docena de países que poseen armas nucleares, podemos de hecho exterminar al mundo. “La Biblia”, afirma el evangelista de TV Pat Robertson “contiene referencias especificas de eventos mundiales futuros”. La batalla de Armagedón “está ya en su lugar. Puede suceder en cualquier momento (para) cumplir la profecía de Ezequiel. Está lista para suceder….los Estados Unidos se encuentran en esos versículos de Ezequiel, y….nos encontramos en espera”.

“El fin del mundo tal como lo conocemos se está acercando”, escribe John Hagee, autor del libro Final Dawn. “Los Estados Unidos se han convertido en el símbolo de un Titanic moderno….¡Ahora nos dirigimos hacia el desastre!”.

“El Armagedón es una realidad, una horrible realidad”, declara el evangelista de TV Jerry Falwell. “Somos parte de la ultima generación, la ultima generación. Toda la historia se encuentra alcanzando un clímax….no creo que mis hijos vayan a terminar de vivir sus vidas completas”. En Armagedón, dice Falwell, “va a existir una ultima pelea y entonces Dios dispondrá de este Cosmos….Dios destruirá esta tierra –los cielos y la tierra”. Billones de personas, concluye, perecerán en el “holocausto del Armagedón” (Grace Halsell, “Forcing God’s Hand”, p.3-8, Amana Publications, 2003).

Tal retórica y lenguaje cargado de emocionalismo, ha sido en el pasado algo muy característico de algunas sectas tales como los Testigos de Jehová y el Adventismo del Séptimo Día cuando pronosticaban la venida de Cristo para ciertas fechas, pero ahora se encuentra siendo usado por prominentes líderes evangélicos para fundamentar una escatología de terror (o mejor digo, ¿de error?).

Tal pesimismo es increíble en vista de lo que la Biblia dice respecto a la victoria de Cristo sobre la cruz y su respectiva espera a la diestra del Padre hasta que todos sus enemigos sean puestos bajo sus pies: “Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies” (Hebreos 10:12,13). La escatología Dispensacionalista se encuentra influenciada por una clase de dualismo y fatalismo que han sido bastante nocivos, tanto para los creyentes como para los no creyentes. Esta forma de pensar ha influenciado hasta nuestra propia cultura y como resultado, no existe un deseo por buscar verdaderas soluciones a los problemas que agobian a nuestro mundo.

Todo creyente conocedor de las Escrituras sabe muy bien que “este mundo no es nuestro hogar”; que nosotros somos “peregrinos y extranjeros” en este mundo. Pero también sabe que Cristo oró al Padre no para que nos quitara del mundo, sino para que nos guardara del mal. Es la voluntad de Dios que los creyentes seamos “sal y luz en este mundo” (Mateo 5:13-16). Por lo tanto, como sal y luz tenemos un papel muy importante y bien definido que cumplir mientras vivamos en este mundo y llegamos a nuestro verdadero hogar. No debemos evadir nuestras responsabilidades diarias como ciudadanos, con el pretexto de que nosotros no somos de este mundo. Pero tampoco debemos enfocar todos nuestros esfuerzos en lo terrenal, olvidándonos en donde está nuestra verdadera ciudadanía (Filipenses 3:20).

En la segunda parte estaremos examinando cual es el verdadero futuro del pueblo judío de acuerdo a las Escrituras inspiradas, y no de acuerdo a las novelas de ficción de “Left Behind”.

Daviel D’Paz

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