Thursday, November 26, 2009

“Thanksgiving Day”: Un día especial de acción de Gracias


“Ralph Waldo Emerson observaba que si las constelaciones aparecieran solamente una vez en mil años, imaginemos qué momento tan emocionante sería ese. Pero debido a que ellas se encuentran allí todas las noches, muy rara vez las apreciamos” (Robert J. Morgan, “Stories, Ilustrations & Quotes” p. 736, Nelson Publisher, 2000).



La interesante observación de Ralph Waldo Emerson puede muy bien aplicarse al privilegio que tenemos en este país no solo sobre la libertad de expresión, sino también sobre la libertad religiosa. Una libertad que muchos países no tienen hasta este momento y que el resultado de eso, es una severa persecución por causa de su fe.


Como seres humanos tendemos a ver las cosas por su mayor parte de manera pesimista. Vemos los males que aquejan a este país y tendemos a criticarlo argumentando que toda esta maldad no puede ser el resultado de un país “cristianizado”. Pero lo que muchas veces obviamos o simplemente pasamos por alto, es el hecho de que en este país todavía se siguen celebrando y conmemorando “días especiales” en un contexto cristiano. ¿Cuáles son los otros países que tienen un día oficial en su calendario apartado especialmente como un gesto de accion de gracias a Dios? Realmente me gustaría saber los nombres de los otros países que oficialmente tienen un día apartado nacionalmente para dar gracias al Dios verdadero por sus bendiciones recibidas.


“Una persona hambrienta es mucho más agradecida por su escasa ración, que el rico por su mesa llena de abundante comida. Una mujer abandonada en un asilo de ancianos aprecia más una simple visita que lo que lo haría una mujer popular con una fiesta celebrada en su honor. Un creyente ruso que finalmente obtiene su propia copia de las Sagradas Escrituras después de 75 años de un ateísmo impuesto por el estado, es más agradecido por su pequeño libro de lo que somos nosotros por todos los libros cristianos, revistas y traducciones que inundan nuestros estantes” (R. J. Morgan, op. cit. p. 736).


Esta importante observación nos muestra también que nuestro adagio hispano es verdad: “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. El pueblo norteamericano por muchos años ha tomado sus privilegios cristianos muy a la ligera. Sin embargo, los que provenimos de trasfondos culturales distintos nos damos cuenta inmediatamente de la gran bendición que tenemos al vivir en un país que respeta la libertad de expresión y concede libertad religiosa aún a grupos cuyas ideas se encuentran totalmente opuestas a lo que enseña la Biblia. Esto es algo que, o bien es ignorado o simplemente es pasado por alto.


Es por eso que personalmente veo este día (el cuarto jueves del mes de Noviembre) como un día muy especial en este país, independientemente de si otras personas lo ven como cualquier otro día. Pero, ¿Cuáles fueron los inicios de esta celebración?



Todo comenzó con un grupo de peregrinos provenientes de Inglaterra y de otros países europeos, quienes se encontraban huyendo de sus países de origen debido a las persecuciones por causa de su fe en Cristo. Este grupo de personas (conocidos también como los puritanos) anhelaban vivir en un lugar donde no existiera la opresión y tuvieran libertad religiosa para poder adorar a Dios con verdadera libertad de conciencia. Muchos de los que se quedaban en sus países eran perseguidos y asesinados por causa de su fe. Después de algunos intentos fallidos por pisar el nuevo continente, finalmente subieron a bordo de una embarcación conocida como el “Mayflower” y el 21 de Noviembre del año 1620 mientras se disponían a pisar tierra firme, firmaron un tratado en el que se comprometían a trabajar juntos y unidos para la gloria de Dios y la proclamación del evangelio en su nuevo país.


Muchos de esos peregrinos perdieron la vida al enfrentar el crudo invierno en las tierras de Plymouth Massachussets. Los que sobrevivieron continuaron confiando en Dios y mirando hacia el futuro con confianza y optimismo. Ayudados por los indios nativos, sembraron sus semillas durante el verano y en el mes de Noviembre celebraron su primer día de “Acción de Gracias” a Dios por la cosecha que Él les permitió recoger. Aún en estas tierras completamente desconocidas para ellos, se acordaban y daban gracias a Dios por las bendiciones recibidas.



El primer día de “Acción de Gracias” fue celebrado en Plymouth Massachussets en poco menos de un año en que los colonizadores se habían establecido en el nuevo continente. El primer invierno fue devastador y murieron casi la mitad de los miembros de la colonia. Pero nació una nueva esperanza con la llegada de la primavera en el año 1621, ya que los indios Iroquois ayudaron a los nuevos inmigrantes a cultivar maíz y otros granos. En el mes de Octubre, el gobernador de la colonia William Bradford, señaló un festival de la cosecha para dar gracias a Dios por las bendiciones y el progreso de la colonia.



En el año 1789, el presidente George Washington proclamó el 26 de Noviembre como un día nacional de “Acción de Gracias”. Pero no fue sino hasta el año de 1863 en el que el presidente Abraham Lincoln instituyó oficialmente el último jueves de cada mes de Noviembre “como un día de acción de gracias y de alabanza a nuestro benéfico Padre”.


Concluyo este breve artículo con otra cita de Robert J. Morgan:


“Una de las evidencias de la obra del Espíritu Santo en nuestra vida, es un continuo reconocimiento y acción de gracias por las bendiciones recibidas. Dios quiere hacer de nosotros personas que puedan exhibir la gratitud en una proporción adecuada a los dones y las bendiciones que hemos recibido” (Robert J. Morgan, op. cit. p. 736)


¡Feliz día de Acción de Gracias!


Daviel D’Paz

Wednesday, November 25, 2009

Dos puntos de vista sobre Mateo 24: John MacArthur (4ª Parte)

Una pregunta vital que debe ser abordada antes de profundizar en los detalles específicos del discurso del Monte de los Olivos es la siguiente: si nuestro Señor estaba dando en detalle esta serie de eventos los cuales precederán y señalarán su venida en gloria -si un periodo de siete años de tribulación debe acontecer antes de su regreso a la tierra- entonces, ¿En qué sentido podemos mantener que su venida es inminente? (ver capítulo 2 de este libro).


Las Escrituras sugieren que la segunda venida ocurre en dos etapas –primero el rapto, cuando él venga por los santos y sean arrebatados para encontrarlo en el aire (1 Tes. 4:14-17), y segundo, su regreso a esta tierra, cuando venga con sus santos (Judas 14) para ejecutar juicio en contra de sus enemigos. La semana setenta de Daniel debe caer entre esos dos eventos. Ese es el único escenario que reconcilia la inminente venida de Cristo por sus santos con las señales todavía no cumplidas que anunciarán su venida final y gloriosa con los santos.

En otras palabras, la iglesia entera será removida de la tierra antes de que la tribulación comience. Las Escrituras nos indican que durante la semana setenta de Daniel, el Israel nacional, no la iglesia, será el foco del programa terrenal de Dios. El periodo completo de tribulación es un preludio a la redención nacional mencionada en Romanos 11:26 cuando “todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sión el libertador que apartará de Jacob la impiedad”. El Rapto –la remoción de la iglesia- significa que “la plenitud de los gentiles ha entrado” (v.25). Y el principio de la tribulación marca el comienzo del doloroso proceso por el cual el Israel nacional será injertado de nuevo en el buen olivo (v.24).

Jeremías 30:7 es un texto clave para entender la naturaleza de la tribulación: “¡Ah, Cuan grande es aquel día! Tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado” (énfasis en el original). Claramente, el significado de la tribulación pertenece al Israel étnico y nacional, no a la iglesia. En ningún lugar se menciona a la iglesia en ninguna de las descripciones bíblicas sobre la tribulación. De hecho, la descripción del apóstol Juan del cielo presenta a 24 ancianos (Apoc. 4:4). Ellos representan a la iglesia del Nuevo Testamento, “ancianos” (presbuteros en el texto griego) siendo la misma palabra usada para los oficiales en las iglesias. Los eventos asociados con la tribulación en Apocalipsis ni siquiera inician sino hasta el capítulo 6, después de que esos 24 ancianos fueron vistos en el cielo.

Alguien puede hacer notar que uno de los temas recurrentes en las profecías sobre la tribulación a través de todas las Escrituras, es que los creyentes quienes vivan en esa era, serán severamente perseguidos debido a su fe. Así que, si la iglesia es llevada al cielo antes de la tribulación, ¿De donde salen estos creyentes? La respuesta obvia es que ellos son creyentes que vienen a la fe después del rapto.

El rapto es de hecho inminente; puede ocurrir en cualquier momento. La segunda etapa de la venida de Cristo –su venida en gloria con los santos- es el evento al que apuntan todas las señales y advertencias del discurso en el Monte de los Olivos.

Algunos han preguntado del porqué el Señor advertiría a las personas durante el tiempo del Nuevo Testamento tal como lo hace en este mensaje, cuando él sabía que ellos nunca vivirían para experimentar estas señales terribles. De hecho, ¿Para qué incluir esto en el recuento de los evangelios en donde ha servido como una advertencia para la iglesia en cada generación? Pero una pregunta similar podría ser hecha acerca de la profecía de Isaías y de sus advertencias respecto a la cautividad babilónica (Isa. 39:6,7), la cual no ocurrió hasta que todas las personas de la generación de Isaías habían muerto. El mensaje es dado para advertir a todos acerca de las consecuencias del pecado –y quedará como una advertencia específica para aquellos que experimenten tan terrible juicio.

Traducido por: Daviel D’Paz

Friday, November 13, 2009

Opinando sobre el escrito de Kenneth Gentry



He consultado varios comentarios escritos por autores Dispensacionalistas para ver cómo ellos abordan el texto de Mateo 24:34 y la explicación que ellos dan a las palabras claves de Cristo para entender ese discurso. Por lo regular todos ellos o bien le prestan muy poca atención a esas palabras como si el versículo no fuera tan importante o simplemente afirman que Jesucristo se refiere a una generación futura. Esta clase de exégesis descuidada no es la clase de exégesis que realiza Kenneth Gentry en todo el discurso del Monte de los Olivos y en este versículo en particular.

Gentry inicia su explicación poniendo las cosas en su perspectiva correcta cuando afirma “Más significativo aún que el recurso contextual de Mateo, es la declaración del Señor en Mateo 24:34: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”. Aquí tenemos un pronunciamiento claro, autoritativo y convincente del tiempo en el que sucederían los eventos registrados en Mateo 24:4-31”.

Gentry no es el único que ha identificado ese versículo como un versículo CLAVE para entender el discurso. Muchos otros también lo han hecho en el pasado y lo siguen haciendo en el presente. Voy a citar dos ejemplos para demostrarlo:



William Barclay fue un erudito y expositor bíblico escocés de renombre y en su comentario de Mateo sobre este versículo escribe lo siguiente:

“Muy pocos pasajes nos confrontan con una dificultad tan grande como este….existe una verdadera dificultad aquí la cual, aunque no podamos resolverla completamente, aun así debemos enfrentarla decididamente. Tomemos como nuestro punto de inicio el versículo 34: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”. Cuando consideramos estas palabras, emergen tres posibilidades:

(a) Si Jesús dijo esto con referencia a su segunda venida, entonces se equivocó pues él no regresó dentro del tiempo de la generación que escuchó esas palabras. Muchos aceptan este punto de vista, creyendo que Jesucristo en su humanidad tenía limitaciones de conocimiento y que creía que regresaría antes de que terminara esa generación. Podemos aceptar que en su humanidad Jesús tenía limitaciones de conocimiento, pero es difícil creer que estaba en un error respecto a tan grande verdad espiritual como lo es esta.

(b) Es posible que Jesús dijo algo como esto y que fue cambiado al momento de trasmitirlo. En Marcos 9:1 Jesús es descrito diciendo: “De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder”. Esto fue triunfante y gloriosamente verdadero. Dentro de esa generación el reino de Dios se esparció poderosamente hasta que hubo cristianos a través de todo el mundo conocido.

Ahora bien, los primeros cristianos esperaban la segunda venida de Cristo inmediatamente. En su situación de persecución y sufrimiento, ellos anhelaban el alivio que la venida de Cristo traería y algunas veces ellos tomaron ciertas frases que fueron dichas para describir al reino y las aplicaban a la segunda venida lo cual es algo completamente diferente. Algo como esto pudo haber sucedido aquí. Lo que Jesús pudo haber querido decir es que su reino vendría con gran poder antes de que terminara esa generación.

(c) Pero existe una tercera posibilidad. ¿Qué tal si la frase que dice “hasta que todo esto acontezca” no se refiera en realidad a su segunda venida? ¿Qué tal si esa referencia es respecto al tema profético con el cual se inició el capítulo: la destrucción del templo y la caída de Jerusalén? Si aceptamos esto, entonces no existe cual ninguna dificultad. Lo que Jesús estaría diciendo es que sus severas advertencias respecto a la destrucción de Jerusalén tendrían su cumplimiento dentro de esa misma generación –y esas palabras fueron de hecho cumplidas 40 años mas tarde. Este parece ser por mucho el mejor curso al tomar los versículos 32 al 35 como refiriéndose no a la segunda venida, sino a la destrucción de Jerusalén, pues al hacerlo así, todas las dificultades en el texto desaparecen”. (William Barclay, "The Gospel Of Matthew", p. 314,315. Westminster Press, 1975).


R. T. France es otro erudito inglés quien también ha escrito extensamente sobre el evangelio de Mateo y es reconocido internacionalmente como una autoridad en el tema. France ha enfrentado este texto de la manera que debe ser enfrentado: en su contexto inmediato y tomando en cuenta el lenguaje de Cristo. France escribió lo siguiente:

“El tiempo de este evento catastrófico es ahora específicamente más cercano, y la frase solemne “De cierto os digo” lo señala como un pronunciamiento solemne que debe ser escuchado. Aquellos que interpretan este pasaje como refiriéndose a la Parusía, deben por lo tanto concluir que lo que Cristo dijo no fue verdad, o que la frase ‘esta generación’ no conlleva aquí su significado normal. Por ejemplo, esta frase ha sido interpretada como significando ‘la raza judía’ o ‘los judíos incrédulos’. Es casi imposible que puedan sostenerse estas interpretaciones.

Ni tampoco puede ser tomada la frase ‘todas estas cosas’ excluyendo los eventos descritos en los versículos que preceden. Un entendimiento natural de estos versículos nos lleva a concluir que: o Jesús se equivocó (pues Mateo lo malinterpretó), o el discurso no ha sido todavía llevado hasta la pregunta directa del versículo 3b, “la señal de tu venida y del fin del siglo”, sino que se ha concentrado principalmente en la primera parte de la pregunta de los discípulos: “¿Cuando serán estas cosas (la destrucción del templo?”). [R. T. France, Matthew: Tyndale New Testament Commentaries p. 346, IVP 1985].

Tanto Barclay como France han comprendido las tremendas implicaciones que este versículo presenta para la credibilidad no solo de las Escrituras, sino para la credibilidad del mismo Jesucristo. Como bien lo señala Gentry: “Cristo estaba arriesgando su credibilidad sobre la absoluta certeza de este pronunciamiento profético”.


Es por esa razón que para evitar esto, la mayoría de autores Dispensacionalistas o bien distorsionan el verdadero significado del versículo 34, o simplemente le dan un trato mucho muy superficial. He aquí algunos ejemplos:

William MacDonald da la siguiente explicación de este versículo:

“Después de referirse a la higuera, Jesús agregó: “De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”. “Esta generación” no puede referirse a las personas que se encontraban viviendo cuando Cristo estaba sobre la tierra pues todas ellas ya pasaron [entiéndase: ya murieron], sin embargo los eventos del capítulo 24 todavía no han sucedido. ¿Qué es lo que quiso decir entonces nuestro Señor con las palabras “esta generación”? Existen dos posibles interpretaciones.


F. W. Grant y otros más creen que el concepto es “la generación que vea el inicio de las señales también verá el fin”. Las mismas personas quienes vean el resurgimiento de Israel como nación (o quienes vean el comienzo de la tribulación), verán al Señor Jesús viniendo en las nubes del cielo para reinar.

La otra explicación es que la palabra “generación” debe ser entendida como raza. Esta es una traducción legitima de la palabra griega; significa personas de la misma clase, linaje o familia (Mateo 12:45; 23:35,36). Así que, Jesús estaba profetizando que la raza judía sobreviviría para ver todas estas cosas cumplirse. Su continua existencia a pesar de persecuciones atroces, es un milagro de la historia.

Pero creo que existe un pensamiento adicional. En el tiempo de Jesús “esta generación” era una raza que rehusaba vehementemente reconocerlo como el Mesías. Creo que él estaba prediciendo que el Israel nacional continuaría en esa misma condición de rechazo hacia Cristo hasta su segunda venida. Entonces toda la rebelión será desmenuzada y solo aquellos quienes voluntariamente se sometan a su gobierno serán preservados para entrar al Milenio” (William MacDonald, “Believer’s Bible Commentary” p. 1296, Thomas Nelson 1995).

No es necesario ser un erudito profesional para detectar las terribles deficiencias en esta clase de interpretación. Hasta cierto punto, ningún expositor serio recurriría al comentario de MacDonald como primera opción para dilucidar tan intrincado dilema. Es obvio que este comentario carece por mucho, del peso exegético y erudición que caracterizan a los comentarios por Barclay y France por mencionar solo dos ejemplos. Debido a este hecho, no es de sorprendernos que encontremos esta clase de interpretación por parte de MacDonald, pero lo que si es verdaderamente sorprendente es encontrar la siguiente interpretación en un comentario de más peso académico y erudición.


Ed Glasscock en su comentario de Mateo escribe lo siguiente:


24:34,35 La “generación” (genea, “raza, nación, pueblo”) a la cual Jesús se estaba refiriendo es la generación que vea las señales recién dadas para la parusía. Una vez que comience a desarrollarse “la gran tribulación” (v.21), esa generación no pasará hasta que todo sea cumplido. Para añadir peso a lo que Él acaba de afirmar, el Señor agregó que sus palabras son mucho más duraderas que el mismo universo. El cielo y la tierra pasarán, pero lo que él ha proclamado durará eternamente” (Ed Glasscock, “Matthew: Moody Gospel Commentary”, p, 475, Moody 1997).

Esto es todo lo que el Dr. Glasscock tenía para decir sobre este versículo. Esta clase de exégesis descuidada solo refleja la falta de disponibilidad que existe en TODOS los Dispensacionalistas para interactuar con las posturas diferentes y en su lugar, escriben como si su interpretación fuera la única válida. Esto por supuesto, está muy lejos de ser verdad.


Cuando comparamos estas dos últimas explicaciones con las que Barclay, France y Gentry hacen del texto, nos damos cuenta que existe una diferencia abismal entre ellas. Esto nos dice mucho de quienes son lo que verdaderamente tratan el texto con cuidado y están dispuestos a enfrentarse sinceramente con la verdad, aún cuando su contenido pueda echar por tierra nuestras ideas preconcebidas y presuposiciones erróneas.


Daviel D’Paz


Monday, November 9, 2009

Estrellas cayendo del cielo y la luna convirtiéndose en sangre ¿Qué significa esto?



Un querido hermano hizo una pregunta muy interesante respecto al tema que estamos abordando a la cual he decidido contestar en este breve artículo. La pregunta dice de la siguiente manera:


“Un saludo desde Antofagasta, Chile Hermano, he seguido este estudio desde el comienzo, y he estado aprendiendo sobre este tema, neófito soy en él. Comprendo la postura del Sr. gentry, y la de MacArthur. Pero hay algo que aún no entiendo con respecto a lo que dijo el Sr. Gentry: "Estoy de acuerdo con John Gill quien escribió: “Esta es una completa y clara prueba de que nada de lo que se dice antes [del v.34], se relaciona a la segunda venida de Cristo, al día del juicio y al fin del mundo; sino que todos esos versículos pertenecen a la venida del Hijo del Hombre en la destrucción de Jerusalén y al fin del estado judío”" Es esta parte la que no entiendo, ya que los versículos 29, 30 y 31 hablan del sacudimiento de las potencias del cielo, la venida del Hijo del Hombre en las nubes, y el envío de los ángeles de Dios por su escogidos. ¿Cómo puedo encajar estos acontecimientos al año 70 d.C? Perdone mi torpeza, pero no entiendo esto, agradecería su respuesta.

Gracias por compartir este estudio, he ido aprendiendo un poco más sobre este tema tan difícil para mí.

Dios le bendiga hermano”.


Hola hermano Flavio:


Gracias por su pregunta y su interés en este tema. Voy a contestar de la manera más brevemente posible debido a que esta pregunta estará siendo abordada en detalle en los próximos comentarios. Pero aunque seré breve, intentaré ser lo más claro posible.


Todo expositor que ve en los eventos del discurso del Monte de los Olivos como eventos ya cumplidos en el año 70, (al menos hasta el versículo 35 de Mateo 24), se basa principalmente en la referencia del factor TIEMPO mencionada por Jesucristo en el v. 34 (“No pasará ESTA generación…”). Es precisamente este versículo que causa demasiados problemas a los que sostienen un punto de vista FUTURISTA de Mateo 24, pues se ven obligados a interpretar la frase “esta generación” como una generación futura y no la generación a la que Cristo le dijo estas palabras. Sin embargo, como ya hemos visto en la detallada exégesis que Gentry hace del texto, esto es prácticamente imposible.


Ahora bien, justo antes del versículo 34, Jesucristo hace mención de algunos eventos que confunden a muchos intérpretes:
 
1) El sol se oscurecerá (v. 29)


2) La luna no dará su resplandor (v.29)


3) Las estrellas caerán del cielo (v.29)


4) Las potencias de los cielos serán conmovidas


5) Aparecerá la señal del Hijo del Hombre


6) Lamentaran todas las tribus de la tierra


7) Y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.

Para explicar satisfactoriamente estos versículos es necesario tener en cuenta el lenguaje altamente simbólico que Jesucristo usa aquí. De hecho, este aspecto interpretativo es lo que hace a la posición preterista ser bastante fuerte y a mi parecer, mucho más apegada al texto bíblico que la postura futurista, debido a que se sujeta al lenguaje del texto para poder interpretarlo correctamente. Es por eso que la mayor parte del problema futurista-Dispensacional es en realidad de carácter hermenéutico, es decir, fallan en interpretar el texto tal como el texto mismo demanda ser interpretado: ya sea metafóricamente, simbólicamente o de manera ESTRICTAMENTE literal.


Es obvio que estos versículos NO PUEDEN ser interpretados LITERALMENTE. Aún el mismo MacArthur reconoce esto, pues escribe lo siguiente defiriéndose a las señales cósmicas mencionadas arriba:

“La mayoría estará de acuerdo en que existe un alto grado de simbolismo en Mateo 24:29. Casi NADIE ESPERA que las estrellas CAIGAN LITERALMENTE del cielo. Es posible también que EL SOL NO SE EXTINGA LITERALMENTE; mas bien, la luz del sol puede simplemente ser oscurecida parcialmente de la tierra (Ez. 32:7). Así que, estoy de acuerdo en que NO ES NECESARIO UN SIMPLE LITERALISMO para obtener el sentido correcto de las palabras de Jesús” (John MacArthur, "The Second Coming", p. 122, Crossway Books, Énfasis mío).

MacArthur sabe muy bien que si interpreta estas palabras LITERALMENTE (“a raja tabla” como decimos nosotros), su interpretación seria mucho menos aceptable debido a los principios hermenéuticos que rigen la interpretación de las Escrituras. Lo irónico de esto es que aunque MacArthur acepta que estas palabras NO DEBEN ser tomadas LITERALMENTE, sigue aferrándose a su muy peculiar interpretación Futurista Dispensacional, una verdadera ironía que hasta este momento yo no logro entender.


Pero la interpretación que el PRETERISMO ortodoxo da a estos versículos, es a mi juicio, mucho más bíblica y consistente con el contexto de la destrucción del templo en el año 70 y lo que registra la historia de ese evento y con la interpretación bíblica en general. Para entender este lenguaje, tanto Gentry como otros expositores más, apelan al Antiguo Testamento para entender el lenguaje simbólico usado por Jesucristo. Por ejemplo, Gary DeMar quien es un colaborador muy cercano de Kenneth Gentry, explica estos versículos de la siguiente manera:

“Pero, ¿Cuándo en el primer siglo se oscureció el sol y la luna y las estrellas cayeron del cielo? El lenguaje usado aquí es típico del lenguaje usado en el Antiguo Testamento en donde los fenómenos estelares representan GOBIERNOS Y NACIONES. LaHaye admite que el sol, la luna y las estrellas a menudo son usadas como símbolos para algo más, es decir, las naciones y los sistemas políticos….En Eclesiastés 12:1,2 encontramos que la expresión ‘antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas’ es usado como símbolo de los BUENOS TIEMPOS. De igual manera, el decir lo contrario –la expresión del sol, la luna y las estrellas siendo oscurecidas –simboliza ‘dias malos’, DIAS DE TRIBULACION. Ya que la profecía de Jesús en Mateo 24 trata sobre el juicio sobre Israel, el sol y la luna SE OSCURECEN y las estrellas caen del cielo”.

Gary DeMar continúa su explicación de estos versículos y apela al Antiguo Testamento para demostrar su postura:

“El Antiguo Testamento –las únicas Escrituras que los discípulos tenían para interpretar las palabras de Cristo- se encuentra lleno de metáforas que describen el oscurecimiento del sol y de la luna y la caída de estrellas. En cada caso, las imágenes claramente indican LA CAIDA DE NACIONES:

1) La destrucción de Babilonia por los Medos y los Persas:

“Profecía sobre Babilonia, revelada a Isaías hijo de Amos. Levantad bandera sobre un alto monte; alzad la voz a ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de príncipes…. He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor”. (Isaías 13:1,2, 9,10).

2) La destrucción de Egipto:

“Y cuando te haya extinguido, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas; el sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz. Haré entenebrecer todos los astros brillantes del cielo por ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice Jehová el Señor…Cuando asuele la tierra de Egipto, y la tierra quede despojada de todo cuanto en ella hay, cuando mate a todos los que en ella moran, sabrán que yo soy Jehová.” (Ezequiel 32:7,8, 15)

3) El juicio sobre Israel

¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz” (Amos 5:18).

“Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro” (Amos 8:9).

Usando un lenguaje similar en Mateo 24:29, Jesús les dijo a sus discípulos que vendría un tiempo de un intenso juicio divino en contra de Israel en el transcurso de esa generación. Al permitir que las Escrituras interpreten las Escrituras, no se nos deja a nuestra propia especulación para entender lo que Cristo quiso decir con esas palabras: Israel seria juzgada antes que terminara esa generación a la que Cristo le estaba hablando.

Si interpretamos estas palabras de manera estrictamente literal tal como LaHaye insiste, eso significaría que “las estrellas van a caer del cielo”. ¿Pero a donde van a caer? Apocalipsis 6:13 nos dice que “las estrellas del cielo cayeron a la tierra”. ¿Cómo puede ser esto posible ya que el tamaño de una estrella es muchas veces mayor que la tierra? Una sola estrella que golpee la tierra la evaporizaría inmediatamente. Si estas estrellas son meteoritos, tal como lo afirma LaHaye, entonces se abandona EL LITERALISMO. Pero aun así, una lluvia de meteoritos sobre la tierra causaría una indecible destrucción. Y sin embargo, debemos creer que el Anticristo va a gobernar al mundo usando una tecnología súper sofisticada, aun después que esas “estrellas” caigan del cielo a la tierra (Apoc. 13). El acercamiento más bíblico es el seguir la propia interpretación de cómo el sol, la luna y las estrellas se aplican al juicio temporal de las naciones (Isa. 13:10-13; 24:16, 19-23; 34:4; Eze. 32:6-8; Joel 2:10, 30,31; 3:15,16; Hab. 3:6-11). Ninguno de estos casos se refiere a la destrucción de la tierra aún cuando es usado un lenguaje cósmico. (Gary DeMar, “End Times Fiction”, pp. 99-102, Thomas Nelson, 2001 Enfasis agregado).

Espero que esta explicación haya clarado un poco lo que estas palabras de Jesucristo significan. De todas maneras, estaré abordando más detalladamente cada una de estas frases a su debido tiempo.


Bendiciones


Daviel D’Paz





Saturday, November 7, 2009

Dos puntos de vista sobre Mateo 24: Kenneth Gentry (3ª Parte)

La clave interpretativa


Más significativo aún que el recurso contextual de Mateo, es la declaración del Señor en Mateo 24:34: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”. Aquí tenemos un pronunciamiento claro, autoritativo y convincente del tiempo en el que sucederían los eventos registrados en Mateo 24:4-31.

El tema ante nosotros es “solemnemente introducido y enfáticamente afirmado” por Jesucristo (William Lane). Debemos notar en primer lugar, que Cristo es dogmático cuando comienza una afirmación con amen (amén, “En verdad”). Hendriksen hace notar lo que ésta palabra significa: “en cada situación.…en la que se usa esta palabra en el Nuevo Testamento, ella introduce una afirmación que no solo expresa una verdad o un hecho…sino también una importante y solemne realidad; una realidad tal, que en muchas ocasiones se encuentra en pugna con las opiniones populares o las expectativas, o que al menos causa alguna clase de sorpresa” (William Hendriksen). Así, Cristo atrae la atención de los discípulos de manera enfática hacia lo que él está a punto de decir –tal como también lo hace en 24:2, en donde hace la afirmación acerca de la destrucción del templo que conduce a todo el discurso.

En segundo lugar, Cristo deja todavía más al descubierto su dogmatismo. No les dice simplemente algo, sino que enfáticamente introduce lo que está a punto de decir con el declarativo: “os digo”. El Señor no permite que las expectativas temporales sean el producto de una mera afirmación casual, esperando que de alguna manera ellos logren entenderla. Él los prepara para que presten mucha atención a lo que está a punto de decir.

Tercero, la traducción literal del griego dice: “De cierto les digo que de ningún modo pasa generación esta, hasta que todas estas cosas sucedan” (Alfred Marshall). La frase “de ningún modo” es fuerte en doble negativo (ou me) y es puesta en su afirmación como un énfasis añadido. Cristo estaba arriesgando su credibilidad sobre la absoluta certeza de este pronunciamiento profético.

Pero, ¿Qué es lo que él declara de manera tan cuidadosa y dogmática? Cualquiera que sea la dificultad que pueda encontrarse en las imágenes apocalípticas de algunos de los versículos previos (29-31), Jesús claramente afirma que “todas estas cosas” sucederán antes de que pase “esta generación”.

Interpretaciones sugeridas

Existen básicamente tres principales interpretaciones del versículo en cuestión. Vamos a considerar cada una de ellas cuidadosamente.

“Esta generación” significa “esta raza”

¿Cual es el tiempo de referencia tan dogmáticamente establecido ante nosotros por nuestro Señor? ¿Qué es lo que quiso decir con las palabras “esta generación”? (genea auth). Es aquí en donde golpea el corazón del debate futurista/preterista. Sin embargo, al leer el libro más reciente de Pentecost, el lector desapercibido nunca se va a dar cuenta que aquí existe algo que demanda una solución. Pentecost lo único que hace es asumir su postura (Thy Kingdom Come, 255,256).

De acuerdo a una publicación anterior de Pentecost “la palabra generación debe ser tomada en su uso básico de ‘raza, linaje, familia, clase’, así que el Señor aquí se encuentra prometiendo que la nación de Israel será preservada hasta la consumación de su programa en el segundo advenimiento….Esta parece ser la mejor explicación” (Things to Come, 281).

Esta interpretación no tiene ningún fundamento por varias razones. (1) Tal explicación termina en una mera perogrullada si es que “esta generación” simplemente significa “Israel como nación” (H. N. Riderbbos). Pues lo único que Cristo estaría diciendo con esto, es que Israel no pasará hasta que todas estas cosas le sucedan a Israel. Además, en el punto de vista Dispensacional, Israel nunca va a pasar de todas maneras.

(2) Aunque la palabra genea (“generación”) es común en Mateo, él nunca la usa en el sentido en el que los Dispensacionalistas desean usarla aquí. La encontramos en Mateo 1:17; 11:16; 12:30-45; 16:4; 17:7 y 23:36. Solo con grandes dificultades puede el intérprete tergiversar cualquiera de estas referencias para que signifique “Israel como nación”.

(3) Cinco ejemplos más en Mateo combinan la palabra genea con el demostrativo cercano aute para que diga “esta generación”. En cada uno de ellos claramente se está refiriendo a la generación que se encontraba viviendo en ese tiempo. Estos pasajes son: Mateo 11:16; 12:41, 42, 45 y 23:36. En las Escrituras, la idea de una “generación” de personas se refiere más o menos a una cantidad de años desde 25 hasta 40. (A. T. Robertson)

“Esta generación” significa “aquella generación”

En escritos más recientes, Pentecost se olvida de su interpretación anterior. Ahora sostiene la siguiente interpretación: “Ya que estas señales todas ocurrirán en los siete años de la semana setenta de Daniel, la generación que vea los principios de estas señales “no pasará hasta que todo esto acontezca” (v.34), pues todas ellas caerán dentro de un breve periodo de tiempo. Note que estas señales no serán dadas a una generación que precederá al rapto. Mas bien, estas señales serán dadas a una generación que no puede comenzar hasta que la iglesia sea trasladada”. (Thy Kingdom Come).

John Walvoord también concuerda: “El significado más natural sin embargo, es el tomarlo como normalmente era usado para referirse a un periodo de tiempo de 25 a 40 años. Pero en lugar de referirse al periodo en el que Cristo vivió, se refiere al periodo que es descrito como la Gran Tribulación. Como la Gran Tribulación es de tres años y medio de duración, obviamente que aquellos que vean la Gran Tribulación también verán la venida del Señor” (Prophecy Knowledge Handbook). También Walvoord rehúsa considerar la interpretación más obvia y legítima: que estas palabras se refieren a la generación que escuchó a Jesús decir estas palabras y quienes presenciaron la destrucción del templo.

La nueva interpretación de Pentecost lo envuelven en un argumento circular. Considera obvio que “estas señales serán dadas a una generación que no puede comenzar hasta después que la iglesia sea trasladada”. ¿En donde se encuentra ese traslado (e.d. el rapto) de la iglesia en este pasaje? Él debe asumir su sistema Dispensacional para poder reinterpretar el pasaje para sostener el sistema. De hecho, Walvoord escribe respecto a Mateo 24: “Una nota importante debe ser hecha en este punto, es decir, que el rapto de la iglesia y el cierre de la era de la iglesia no es mencionado en ningún lugar en esta profecía” (op. cit).

¿Y qué de la afirmación de Walvoord de que “esta generación” se refiere al “periodo precedente que es descrito como la Gran Tribulación?” Esto también asume que la Gran Tribulación no sucedió en el primer siglo –simplemente debido a los requerimientos Dispensacionalistas. Estoy de acuerdo en que “esta generación” se refiere al “periodo precedente que es descrito como la Gran Tribulación”. Pero también creo que Jesucristo estaba claramente hablando a sus discípulos hace 2,000 años cuando él expresamente declaró su cumplimiento en “esta generación”. La gran tribulación es un periodo se encuentra conectada con el tema de su discurso: la destrucción del templo (24:2).

“Esta generación” significa “esta generación”

De hecho, una simple lectura de 24:34 deja la inescapable impresión de que estas cosas deben ocurrir en la generación de los discípulos de Cristo. La exégesis contextual nos ayuda a resolver el “problema” del significado de Mateo 24:34. La frase “esta generación” aparece en el mismo contexto íntimamente relacionado con, y ultimadamente introduciendo a Mateo 24 (Comp. 23:36-38 con 24:1,2).

En Mateo 23:36 “esta generación” incuestionablemente se refiere a los contemporáneos de Jesucristo, tal como la mayoría de Dispensacionalista también lo admiten. Aquí, Jesucristo condena a sus adversarios: los escribas y fariseos (23:2, 13, 14, 16, 23 25, 26, 27, 29). Él observa específicamente que sus oponente van a “llenar la medida de la culpa” de sus predecesores (23:32). Ellos van a hacer esto al perseguir a sus seguidores (23:34), para que “venga sobre vosotros [escribas y fariseos] toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra” (23:35). Cristo concluye diciendo: “De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación”. Esto emplea algunos de los términos idénticos a Mateo 24:34, aún funcionando como su equivalente en semántica:

Mateo 23:36

amen lego humin, hexei tauta panta epi ten genean tauten
Mateo 24:34

amen lego humin hoti ou me perelthe he genea aute heos an panta tauta genetai

Tal como lo dije anteriormente, estoy de acuerdo con Walvoord que los que vean el comienzo de las señales proféticas van a ver la Gran Tribulación (23:33). Pero Cristo expresamente dice quienes son los que verían esas señales: “esta generación” (24:24), e.d. las personas a las que les estaba hablando.

Debemos notar que precediendo a la destrucción del templo están ciertas señales –señales a las que Cristo les amonesta no confundir (24:4ss). Las primeras que menciona les indicaban de un juicio que se avecinaba (24:8). Este punto es muy significativo debido a que posteriormente pasa a considerar su distante segunda venida (24:36ss). En ese momento él específicamente les dice de “ese” evento remoto del cual no habrá ninguna señal (24:36-44). Esto parece ser evidencia suficiente para dividir el discurso en etapas separadas en ese punto –pero no antes.

Debido a tales observaciones, D. A. Carson habla de los intentos “altamente artificiales” por parte de los Dispensacionalistas para re-interpretar la palabra. Carson argumenta que es obvio el hecho que la frase [esta generación] “puede solo con grandes dificultades ser hecha significar otra cosa que la generación que vivía cuando Cristo habló”. David Turner, quien es un Dispensacionalista también concuerda con esto.

Jesús expresamente enseña que los eventos proféticos de los versículos 4-31 –“todas estas cosas” (24:34) –van a ocurrir en “esta generación”. Y tan solo 40 años después, la guerra de los judíos en contra de Roma trajo la destrucción final y total del templo (24:2). Estoy de acuerdo con John Gill quien escribió: “Esta es una completa y clara prueba de que nada de lo que se dice antes [del v.34], se relaciona a la segunda venida de Cristo, al día del juicio y al fin del mundo; sino que todos esos versículos pertenecen a la venida del Hijo del Hombre en la destrucción de Jerusalén y al fin del estado judío” (An exposition of the New Testament).


Traducido por: Daviel D’Paz