En esta primera intervención de John MacArthur, podemos aprender del trasfondo histórico en el que se encontraba la nación judía en el tiempo de Cristo.
Aunque establecer el trasfondo histórico es importante; en mi opinión, MacArthur hace algo más que eso: intenta relacionar las erróneas expectativas judías del primer siglo con las profecías sobre el REINO expuestas en el A. T. Este es uno de los aspectos que creo personalmente, es una de las grandes equivocaciones del sistema Dispensacional. Si bien es cierto que los judíos esperaban con ansiedad a un Mesías político que viniera a derrotar a todos sus enemigos físicos y/o políticos, Jesucristo intentó derribar una y otra vez ese concepto mal fundado de los judíos. Por ejemplo, Cristo habló del reino como una realidad que ya se encontraba presente, aunque Roma se encontrara todavía en el poder y los judíos fueran los súbditos de una nación conquistadora:
“Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros” (Lucas 17:20,21).
Esta aclaración por parte de Cristo a los fariseos debería ser suficiente para eliminar de una vez por todas las falsas interpretaciones y expectativas de un reino político y terrenal que los fariseos y la mayoría de los judíos anhelaban. El reino de Dios YA ESTA ENTRE VOSOTROS. Nada podía ser más claro que esta enfática verdad. Sin embargo, a los fariseos les importaba muy poco esa clase de reino sobre el cual Jesucristo les hablaba. Ellos solo deseaban la grandeza y la opulencia de un reino terrenal que una vez llegó a caracterizarlos. Deseaban el poder e influencia que distingue a la monarquía terrenal, pero lo que menos deseaban era la abnegación propia y la humillación personal que el reino espiritual demandaba.
No solo eso, sino que Cristo también dijo algo que debería resonar fuertemente en los oídos Dispensacionalistas sobre la identidad del reino de Cristo:
“Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa”. (Mateo 12:28,29).
Jesucristo dijo sin ambigüedades que las expulsiones de los demonios por parte de él eran una clara señal de que EL REINO DE DIOS ya había llegado a ellos. Pero una vez más, eso NO SIGNIFICABA NADA para los endurecidos fariseos. Lo que ellos querían era el poder, la gloria y la victoria terrenal, pero no deseaban la gloria, el poder y la victoria espiritual que era ofrecida por medio de Jesucristo.
Pero si estos versículos no fueran suficientes para dejar establecida la verdad de la realidad del reino de Cristo AQUÍ Y AHORA, Lucas 24 registra de manera muy clara la conversación de Jesucristo con algunos de sus discípulos y esa conversación es clave para entender la mentalidad judía prevalente en los tiempos de Cristo y para conocer la corrección que él dio a las falsas expectativas de muchos judíos.
En ese capítulo vemos a algunos discípulos decepcionados por la muerte de Cristo. Caminando rumbo a Emmaus, Jesucristo se les aparece durante el viaje, pero ellos no lo reconocen. Posando como todo un extraño, Jesucristo comienza a preguntarles del porqué ellos se encontraban tristes. A lo que ellos le preguntan que si él era el único extranjero que no se había dado cuenta de lo que había sucedido últimamente. Ellos comienzan a explicarle de cómo un hombre llamado Jesús quien fue “varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron" (Lucas 24:19,20).
Y es entonces cuando ellos dejan al descubierto TODO su desánimo y decepción al decirle a él las siguientes palabras:
"Pero nosotros ESPERABAMOS que él era el que había de REDIMIR a Israel" (v.21).
¿Acaso Cristo no redimió con su muerte a su pueblo? ¡Por supuesto que si! Pero esos discípulos tenían un pequeño problema: Pensaban en la REDENCIÓN como algo puramente físico y terrenal. Veían la redención como una liberación EXTERNA de sus enemigos físicos y no como una REDENCIÓN ESPIRITUAL del poder del pecado. En estas palabras podemos ver que las EXPECTATIVAS de la mayoría de los judíos NO ERAN conforme a las Escrituras. Muchos de ellos deseaban un REINO TERRENAL; querían poder político tal como lo tuvieron bajo David y Salomón. Pero ellos voluntariamente ignoraban las profecías de Isaías 53 de lo que el Mesías sufriría para redimir a su pueblo de sus pecados.
Cristo tuvo que reprender a esos decepcionados discípulos con las siguientes palabras:
"¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer TODO lo que los profetas han dicho! ¿No era NECESARIO que el cristo PADECIESE estas cosas Y QUE ENTRARA EN SU GLORIA?" (vs. 25,26).
Al igual que esos despistados discípulos, los Dispensacionalistas modernos se encuentran interpretando las profecías del Antiguo Testamento respecto al Mesías y a su Reino, como un reino político y terrenal en lugar de interpretarlas tal como Cristo mismo lo hizo: COMO EL ESTABLECIMIENTO DE UN REINO ESPIRITUAL el cual no tendría fin y que incluiría NO SOLO A LOS JUDIOS, sino también a personas de todos los linajes de la tierra: todo PUEBLO, LENGUA Y NACION.
Claramente se puede ver que Jesucristo NO ERA DISPENSACIONALISTA. Esto debe quedar muy claro de una vez por todas, pues no solo reprende a esos discípulos por sus EQUIVOCADAS interpretaciones de las profecías del Antiguo Testamento, sino que también les explica el verdadero significado de esas profecías que hablaban de él mismo como el principal protagonista en la historia de REDENCIÓN:
"Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían" (v.27).
Esto es solo una muestra de que eran necesarios los sufrimientos del Mesías para poder redimir A SU PUEBLO de sus pecados. Isaías 53 habla muy claramente de esta verdad, pero la mayoría de los judíos hasta este momento voluntariamente IGNORAN esta clarísima profecía respecto a Jesucristo como el Mesías sufriente.
MacArthur cita también la profecía de Zacarías para mostrar las expectativas de los judíos respecto a un reino terrenal. Sin embargo, esas palabras no deben interpretarse como refiriéndose a un reino terrenal, pues el Espíritu Santo que inspiró esas palabras nos muestra con esa profecía la importancia de la redención espiritual del pueblo de Israel y su respectiva liberación de sus enemigos ESPIRITUALES. Tomar esas palabras y aplicarlas a un reino puramente político y terrenal, es ERRAR grandemente y hacer afrenta al espíritu de la Palabra de Dios, la cual desde Génesis hasta Apocalipsis nos habla de la redención ESPIRITUAL de nuestros pecados y no de una LIBERACIÓN FÍSICA, tal como el Dispensacionalismo intenta hacernos creer.
Todos los VERDADEROS ISRAELITAS entendieron que el reino de Cristo NO ERA FISICO ni temporal, sino ESPIRITUAL Y ETERNO. Algunos de ellos quienes tenían ciertas expectativas políticas y terrenales, cambiaron de opinión cuando Cristo resucitó de los muertos y ascendió al cielo. Él les dijo claramente que era necesario que el Cristo PADECIERA todas esas cosas y ENTRARA EN SU GLORIA.
Algunas de las palabras más perturbadoras para los fariseos del tiempo de Cristo, fueron las que dichas por Cristo de la siguiente manera:
“Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él” (Mateo 21:43).
Estas palabras dichas por Jesucristo al final de su parábola conocida como “La parábola de la Viña” nos muestra una verdad a menudo ignorada y hasta ridiculizada por el Dispensacionalismo: Que el reino sería quitado del pueblo judío y sería dado a gente que produjera los frutos de ese reino. Obviamente Cristo se estaba refiriendo al reino espiritual que él mismo vino a inaugurar en su primera venida. Ese reino pertenece ahora a todos aquellos que han sido comprados con la sangre de Cristo y regenerados por el Espíritu Santo. Ese reino NO ES un reino material, literal o temporal. Es un reino invisible, espiritual y eterno. Es por eso que la Gran Comisión es un mandato a predicar el evangelio de este reino que es espiritual a todos aquellos que se encuentran en el reino de las tinieblas para que sean trasladados AL REINO de su amado Hijo.
Pero de acuerdo al Dispensacionalismo Cristo todavía no ha establecido ese reino, pues de acuerdo a ellos, ese reino fue pospuesto debido al rechazo de Jesucristo por parte del pueblo judío. En otras palabras, la intención de Cristo era establecer el Reino pero los judíos FRUSTRARON sus planes al crucificarlo. Pero ese reino será establecido después de la segunda venida de Cristo en gloria. Lo más perturbador de esta enseñanza es que ese reino durará tan solo 1,000 años, pues después de esos 1,000 años Satanás todavía se levantará en rebelión en contra de ese reino junto a otros seres humanos y una vez más “le echarán a perder la fiesta” al Cristo glorificado. ¿Se pueden imaginar algo más absurdo y antibiblico que esto? Esta interpretación no solo es ajena al espíritu de la profecía, sino que también contradice las claras Escrituras de que Cristo vino para establecer un reino que NO TENDRA FIN.
“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido” (Daniel 7:13,14).
La triste verdad es que el Dispensacionalismo actual se encuentra perpetuando el mismo error de los judíos del primer siglo al hacer una antibiblica SEPARACIÓN entre el reino profetizado en el Antiguo Testamento y el reino inaugurado por Cristo en su primera venida. Es necesario entender que ese reino profetizado ya fue INAUGURADO por Cristo en su primera venida, pero que será totalmente CONSUMADO en su Segunda venida. Esta es la interpretación normal que surge del texto bíblico y no la malsana interpretación del Dispensacionalismo sobre un reino Milenial poblado de personas con cuerpos mortales y personas con cuerpos glorificados.
Todos los subterfugios y explicaciones astutas nunca podrán con la claridad del texto bíblico.
Daviel D’Paz
Aunque establecer el trasfondo histórico es importante; en mi opinión, MacArthur hace algo más que eso: intenta relacionar las erróneas expectativas judías del primer siglo con las profecías sobre el REINO expuestas en el A. T. Este es uno de los aspectos que creo personalmente, es una de las grandes equivocaciones del sistema Dispensacional. Si bien es cierto que los judíos esperaban con ansiedad a un Mesías político que viniera a derrotar a todos sus enemigos físicos y/o políticos, Jesucristo intentó derribar una y otra vez ese concepto mal fundado de los judíos. Por ejemplo, Cristo habló del reino como una realidad que ya se encontraba presente, aunque Roma se encontrara todavía en el poder y los judíos fueran los súbditos de una nación conquistadora:
“Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros” (Lucas 17:20,21).
Esta aclaración por parte de Cristo a los fariseos debería ser suficiente para eliminar de una vez por todas las falsas interpretaciones y expectativas de un reino político y terrenal que los fariseos y la mayoría de los judíos anhelaban. El reino de Dios YA ESTA ENTRE VOSOTROS. Nada podía ser más claro que esta enfática verdad. Sin embargo, a los fariseos les importaba muy poco esa clase de reino sobre el cual Jesucristo les hablaba. Ellos solo deseaban la grandeza y la opulencia de un reino terrenal que una vez llegó a caracterizarlos. Deseaban el poder e influencia que distingue a la monarquía terrenal, pero lo que menos deseaban era la abnegación propia y la humillación personal que el reino espiritual demandaba.
No solo eso, sino que Cristo también dijo algo que debería resonar fuertemente en los oídos Dispensacionalistas sobre la identidad del reino de Cristo:
“Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa”. (Mateo 12:28,29).
Jesucristo dijo sin ambigüedades que las expulsiones de los demonios por parte de él eran una clara señal de que EL REINO DE DIOS ya había llegado a ellos. Pero una vez más, eso NO SIGNIFICABA NADA para los endurecidos fariseos. Lo que ellos querían era el poder, la gloria y la victoria terrenal, pero no deseaban la gloria, el poder y la victoria espiritual que era ofrecida por medio de Jesucristo.
Pero si estos versículos no fueran suficientes para dejar establecida la verdad de la realidad del reino de Cristo AQUÍ Y AHORA, Lucas 24 registra de manera muy clara la conversación de Jesucristo con algunos de sus discípulos y esa conversación es clave para entender la mentalidad judía prevalente en los tiempos de Cristo y para conocer la corrección que él dio a las falsas expectativas de muchos judíos.
En ese capítulo vemos a algunos discípulos decepcionados por la muerte de Cristo. Caminando rumbo a Emmaus, Jesucristo se les aparece durante el viaje, pero ellos no lo reconocen. Posando como todo un extraño, Jesucristo comienza a preguntarles del porqué ellos se encontraban tristes. A lo que ellos le preguntan que si él era el único extranjero que no se había dado cuenta de lo que había sucedido últimamente. Ellos comienzan a explicarle de cómo un hombre llamado Jesús quien fue “varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron" (Lucas 24:19,20).
Y es entonces cuando ellos dejan al descubierto TODO su desánimo y decepción al decirle a él las siguientes palabras:
"Pero nosotros ESPERABAMOS que él era el que había de REDIMIR a Israel" (v.21).
¿Acaso Cristo no redimió con su muerte a su pueblo? ¡Por supuesto que si! Pero esos discípulos tenían un pequeño problema: Pensaban en la REDENCIÓN como algo puramente físico y terrenal. Veían la redención como una liberación EXTERNA de sus enemigos físicos y no como una REDENCIÓN ESPIRITUAL del poder del pecado. En estas palabras podemos ver que las EXPECTATIVAS de la mayoría de los judíos NO ERAN conforme a las Escrituras. Muchos de ellos deseaban un REINO TERRENAL; querían poder político tal como lo tuvieron bajo David y Salomón. Pero ellos voluntariamente ignoraban las profecías de Isaías 53 de lo que el Mesías sufriría para redimir a su pueblo de sus pecados.
Cristo tuvo que reprender a esos decepcionados discípulos con las siguientes palabras:
"¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer TODO lo que los profetas han dicho! ¿No era NECESARIO que el cristo PADECIESE estas cosas Y QUE ENTRARA EN SU GLORIA?" (vs. 25,26).
Al igual que esos despistados discípulos, los Dispensacionalistas modernos se encuentran interpretando las profecías del Antiguo Testamento respecto al Mesías y a su Reino, como un reino político y terrenal en lugar de interpretarlas tal como Cristo mismo lo hizo: COMO EL ESTABLECIMIENTO DE UN REINO ESPIRITUAL el cual no tendría fin y que incluiría NO SOLO A LOS JUDIOS, sino también a personas de todos los linajes de la tierra: todo PUEBLO, LENGUA Y NACION.
Claramente se puede ver que Jesucristo NO ERA DISPENSACIONALISTA. Esto debe quedar muy claro de una vez por todas, pues no solo reprende a esos discípulos por sus EQUIVOCADAS interpretaciones de las profecías del Antiguo Testamento, sino que también les explica el verdadero significado de esas profecías que hablaban de él mismo como el principal protagonista en la historia de REDENCIÓN:
"Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían" (v.27).
Esto es solo una muestra de que eran necesarios los sufrimientos del Mesías para poder redimir A SU PUEBLO de sus pecados. Isaías 53 habla muy claramente de esta verdad, pero la mayoría de los judíos hasta este momento voluntariamente IGNORAN esta clarísima profecía respecto a Jesucristo como el Mesías sufriente.
MacArthur cita también la profecía de Zacarías para mostrar las expectativas de los judíos respecto a un reino terrenal. Sin embargo, esas palabras no deben interpretarse como refiriéndose a un reino terrenal, pues el Espíritu Santo que inspiró esas palabras nos muestra con esa profecía la importancia de la redención espiritual del pueblo de Israel y su respectiva liberación de sus enemigos ESPIRITUALES. Tomar esas palabras y aplicarlas a un reino puramente político y terrenal, es ERRAR grandemente y hacer afrenta al espíritu de la Palabra de Dios, la cual desde Génesis hasta Apocalipsis nos habla de la redención ESPIRITUAL de nuestros pecados y no de una LIBERACIÓN FÍSICA, tal como el Dispensacionalismo intenta hacernos creer.
Todos los VERDADEROS ISRAELITAS entendieron que el reino de Cristo NO ERA FISICO ni temporal, sino ESPIRITUAL Y ETERNO. Algunos de ellos quienes tenían ciertas expectativas políticas y terrenales, cambiaron de opinión cuando Cristo resucitó de los muertos y ascendió al cielo. Él les dijo claramente que era necesario que el Cristo PADECIERA todas esas cosas y ENTRARA EN SU GLORIA.
Algunas de las palabras más perturbadoras para los fariseos del tiempo de Cristo, fueron las que dichas por Cristo de la siguiente manera:
“Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él” (Mateo 21:43).
Estas palabras dichas por Jesucristo al final de su parábola conocida como “La parábola de la Viña” nos muestra una verdad a menudo ignorada y hasta ridiculizada por el Dispensacionalismo: Que el reino sería quitado del pueblo judío y sería dado a gente que produjera los frutos de ese reino. Obviamente Cristo se estaba refiriendo al reino espiritual que él mismo vino a inaugurar en su primera venida. Ese reino pertenece ahora a todos aquellos que han sido comprados con la sangre de Cristo y regenerados por el Espíritu Santo. Ese reino NO ES un reino material, literal o temporal. Es un reino invisible, espiritual y eterno. Es por eso que la Gran Comisión es un mandato a predicar el evangelio de este reino que es espiritual a todos aquellos que se encuentran en el reino de las tinieblas para que sean trasladados AL REINO de su amado Hijo.
Pero de acuerdo al Dispensacionalismo Cristo todavía no ha establecido ese reino, pues de acuerdo a ellos, ese reino fue pospuesto debido al rechazo de Jesucristo por parte del pueblo judío. En otras palabras, la intención de Cristo era establecer el Reino pero los judíos FRUSTRARON sus planes al crucificarlo. Pero ese reino será establecido después de la segunda venida de Cristo en gloria. Lo más perturbador de esta enseñanza es que ese reino durará tan solo 1,000 años, pues después de esos 1,000 años Satanás todavía se levantará en rebelión en contra de ese reino junto a otros seres humanos y una vez más “le echarán a perder la fiesta” al Cristo glorificado. ¿Se pueden imaginar algo más absurdo y antibiblico que esto? Esta interpretación no solo es ajena al espíritu de la profecía, sino que también contradice las claras Escrituras de que Cristo vino para establecer un reino que NO TENDRA FIN.
“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido” (Daniel 7:13,14).
La triste verdad es que el Dispensacionalismo actual se encuentra perpetuando el mismo error de los judíos del primer siglo al hacer una antibiblica SEPARACIÓN entre el reino profetizado en el Antiguo Testamento y el reino inaugurado por Cristo en su primera venida. Es necesario entender que ese reino profetizado ya fue INAUGURADO por Cristo en su primera venida, pero que será totalmente CONSUMADO en su Segunda venida. Esta es la interpretación normal que surge del texto bíblico y no la malsana interpretación del Dispensacionalismo sobre un reino Milenial poblado de personas con cuerpos mortales y personas con cuerpos glorificados.
Todos los subterfugios y explicaciones astutas nunca podrán con la claridad del texto bíblico.
Daviel D’Paz
10 comments:
Estimado Daviel
El día de hoy tuve la oportunidad de visitar su blog personal, en donde donde leí algunos de sus comentarios. Me llamó particularmente la atención la carta abierta que usted escribió para contestar las acusaciones que formula Dave Hunt contra el calvinismo. No es mi intención ofenderlo, pero me parece que su posición -independientemente de que tenga razón en sus señalamientos- no me parece honesta ni coherente. Pienso que es poco serio alabar los trabajos de Dave Hunt únicamente cuando escribe en contra de otras denominaciones cristianas, pero resulta que cuando le toca el turno al calvinismo, entonces resulta que usted cuestiona seriamente la competencia y autoridad de este autor. Permitame decirle que navegando en internet he encontrado múltiples críticas a los trabajos de Dave Hunt, incluso hace poco me tocó el trabajo de un jovencito de tan sólo 25 años, que hizo mil pedazos todos los planteamientos que formula Hunt en su libro "A woman rides the beast". La razón es muy simple: la metodología que emplea Hunt es exactamente la misma en todos sus trabajos, por lo que los defectos que usted fácilmente puso en evidencia con respecto a las críticas de Hunt contra el calvinismo, se repiten en sus trabajos anteriores.
Una crítica similar puede hacerse con respecto a los trabajos de John MacArthur: resulta facil aplaudir sus ataques contra el catolicismo, pero al mismo tiempo descalificarlo por abrazar el dispensacionalismo, pese a que la técnica de argumentación que emplea es la misma en ambos casos. He leído varios libros de MacArthur. Algunos de sus puntos de vista ciertamente me parecen muy acertados y encuentro brillantes algunas de sus exégesis bíblicas. No obstante, sin ser un maestro bíblico, mi formación como abogado penalista me ha bastado para detectar yerros e inconsistencias en muchas de las posiciones de MacArthur, y permítame decirle algo más: Las falacias de muñecos de paja, las verdades a medias y la omisión de exponer tesis sólidamente fundadas, sólo porque son contrarias a la suya, son recursos que MacArthur emplea no sólo para justificar su adhesión al dispensacionalismo, sino también para sustentar sus ataques al catolicismo y otras denominaciones protestantes.
Si desea contestar a mi nota, puede escribirme esta dirección electrónica: jarchacon@hotmail.com
Estimado José Alberto:
Gracias por su nota y por su espíritu amable al abordar el tema. Deseo contestar a sus comentarios de la siguiente manera:
Si usted lee otra vez la carta que le hice llegar a Dave Hunt, se dará cuenta que la escribí en un espíritu fraternal, como un hermano que amonesta a otro hermano en la fe. Yo no veo a Dave Hunt como un hereje en ningún momento, aun cuando diferimos muy marcadamente respecto al tema del Calvinismo y del Arminianismo. De hecho he recibido varias cartas que tengo archivadas por parte de distintos lectores en donde reconocen el espíritu amable con el que escribí la carta. No es mi intención alabarme a mi mismo, pero creo que vale la pena aclarar esto.
Tal vez a usted no le parezca justo que se elogie a Dave Hunt cuando ataca al Catolicismo romano (y tal vez aquí sea en donde realmente estribe su molestia), sin embargo, aunque no estoy del todo de acuerdo con la metodología que usa cuando ataca al Catolicismo romano, de todas maneras, creo que sus observaciones al respecto son interesantes. Lutero atacaba mucho más duro al catolicismo romano de lo que lo hace Dave Hunt y no por eso vamos a desacreditar TODO el trabajo que hizo Lutero.
Yo en ningún momento HE CUESTIONADO la competencia de Dave Hunt. El que yo no esté de acuerdo con sus ataques hacia el Calvinismo, no significa que cuestione SU COMPETENCIA. De hecho, yo no soy el único que reconoce la importante labor que Dave Hunt ha hecho en otros temas. Otros líderes evangélicos también concuerdan con lo que afirmo. Pero en el tema del Calvinismo en particular, Dave Hunt ha hecho un trabajo mucho muy pobre (puede leer también los comentarios en la Internet de lo que James White por ejemplo ha escrito sobre el trabajo tan superficial de Dave Hunt respecto al Calvinismo).
Respecto al libro de Dave Hunt “A Woman Rides the Beast”, muchos han cuestionado la metodología usada. Estoy de acuerdo en que Hunt se inclina mucho por el SENSACIONALISMO el cual le impide hacer una evaluación seria y objetiva de lo que pretende criticar. Eso es lo mismo que hizo con el Calvinismo. Pero hay otras obras que también critican al Catolicismo romano y que no usan del sensacionalismo tal como lo hace Dave Hunt y voy a mencionarlas aquí:
1) The Roman Catholic Controversy (James White)
2) The Catholic Mystery (John Armstrong)
3) Is Rome the True Church? (Norman Geisler & Joshua Betancourt)
4) Salvation, The Bible and Roman Catholicism (William Webster)
5) The Church of Rome at the Bar of History (William Webster)
6) The Matthew 16 Controversy: Peter and the Rock (William Webster.
Usted dice que un joven hizo pedazos los argumentos de Dave Hunt. Pero creo que ese joven de 25 años que usted menciona, tendría una tarea muy difícil para poder refutarle los argumentos a William Webster por ejemplo, en sus dos libros: 1) The Matthew 16 Controversy 2) The Church of Rome at the Bar of History.
Estos dos libros se encuentran saturados de realidades históricas que no pueden ser ignoradas o pasadas por alto. Webster evita en todos sus escritos el sensacionalismo y por lo tanto, no puede ser acusado de usar una metodología cuestionable. El libro de Norman Geisler es también una obra mucho muy competente la cual evita los “muñecos de paja” y “culpable por asociación”. (Cabe aclarar aquí que, aunque Geisler tampoco hizo su mejor trabajo en su libro “CHOSEN BUT FREE”, de todas maneras es mucho más serio en su metodología que Dave Hunt).
Respecto a John MacArthur, su postura Dispensacional es la única que estamos criticando (independientemente de su postura respecto al Catolicismo o a los Carismáticos), y que no consideramos que tenga bases bíblicamente sólidas que resistan un cuidadoso escrutinio. Tampoco podemos hacer generalizaciones. Es decir, si MacArthur se equivoca en cuanto al Dispensacionalismo, NO PODEMOS concluir que entonces también se equivoca en todas las otras cosas. Ese argumento simplemente no procede.
Es necesario reconocer las equivocaciones pero también reconocer los ACIERTOS. Y una vez más que quede muy claro: NO ESTOY DESCALIFICANDO a John MacArthur. Tal vez usted está leyendo algo QUE YO NO DIGO en mis escritos. Es válido hacer una crítica sobre ciertas enseñanzas sin llegar a acusarnos los unos a los otros de herejes.
Espero haber aclarado las cosas con estos breves pensamientos.
Sinceramente,
Daviel D’Paz
Hola Daviel
Agradezco mucho que se haya tomado el tiempo para revisar mi nota y darme una respuesta. También agradezco el tono amable de su respuesta. Veo que es usted un caballero, que sabe cómo exponer con honestidad y respeto su posición, la cual encontré muy interesante por lo que me motiva a escribir nuevamete en su blog.
Debo empezar por darle la razón en cuanto a que la carta que usted dirigió al señor Hunt, aún cuando expone con vehemencia su posición, lo hace de una manera muy respetuosa. Tampoco creo que su intención haya sido la de alabarse a si mismo. De hecho, cuando leí su carta percibí en ella no sólo un auténtico celo evangélico, sino también erudición y honestidad.
También le asiste a usted razón cuando afirma que mi molestia radica, principalmente, en que se alabe el trabajo de Hunt sólo cuando ataca al catolicismo. Ahora bien, si me llamó la atención que, a pesar de las evidentes deficiencias metodológicas en la obra "A woman rides the beast", cuya existencia usted mismo admite, encuentre "interesantes" algunas de las afirmaciones que se hacen en dicho libro.
Bueno, debo decirle que el disgusto que yo sentí probablemente es similar al que sintió usted cuando Hunt decidió dirigir sus baterias -esta vez- contra el calvinismo. Aclaro que aún no he leído las críticas que formula Hunt contra la teología calvinista en su último libro, pero estoy seguro que de hacerlo yo también encontraría muy "interesantes" algunas de ellas, e incluso podría darle la razón... es válido, o me equivoco?. Además, tendríamos que convenir en que Hunt no es el primero -ni será el último- autor protestante que ha publicado obras tratando de refutar la doctrina calvinista. Es más, si yo fuera Dave Hunt y quisiera responder su carta abierta, posiblemente me limitaría a contestarle que, si bien agradezco sus comentarios, aseguraría que empleé exactamente el mismo celo evangélico, el mismo empeño académico y las mismas técnicas de argumentación para fundamentar mis críticas contra el calvinismo, que las que utilicé contra el catolismo. Incluso, podría citar muchos nombres de autores protestantes que me alabarían por mi trabajo y que, así como compartieron mis críticas al catolcismo, también avalan mis puntos de vista con respecto al calvinismo. Como católico que soy, realmente me cuesta comprender cómo muchos autores protestantes intentan cubrir el sol con un dedo, minimizando la tremenda división que existe entre ustedes, y es que el -lamentablemente- actualmente la mejor forma de retratar el protestantismo es afirmar que se trata de una galaxia de denominaciones -en su mayoría antagónicas- propensa al reformmismo y a la fragmentación...
...Con respecto a Lutero, ciertamente él fue más crítico del catolicismo que el propio Hunt, por eso es que -como católico- también me resulta difícil comprender la forma en que ustedes, los protestantes, emplean la figura de Lutero: por un lado, lo ensalzan como el gran defensor de la causa de Cristo contra la Gran Ramera apocalíptica, y unas cuantas páginas después repudian muchas de las enseñanzas y exégesis bíblicas luteranas(Un ejemplo de este fenómeno se aprecia muy bien en el libro "Difícil de creer" de John MacArthur)
Con respesto a las obras que usted me cita -particular las obras de Webster- le diré lo siguiente: En primer lugar, no hay por qué temerle a la historia. Jesús nos enseñó que en su iglesia el trigo y la cizaña estarían entremezclados hasta el último día, por lo que no es asombrarse la existencia de escándalos, yerros, corrupción e inconsistencias en la historia del catolicismo, como también hay muchos episodios positivos que rescatar (sería mezquino negarlos), por lo que no me parece un parámetro determinante para establacer el acierto de su doctrina. Es más, cualquiera que lea las obras de historiadores católicos serios, como por ejemplo la historia de la iglesia escrita por José Orlandis, posiblemente encontrará anécdotas aún más espeluznantes que las que cita Webster y, sin embargo, lo interesante es observar cómo, a pesar de todos los conflictos y problemas que ha sufrido (y ni qué decir de la férrea ofensiva protestante), esta iglesia se ha mantenido en pie. Me temo no puede decirse lo mismo del protestantismo. Seamos honestos Daviel, ambos sabemos que la historia del protestatismo también está plagada de episodios vergonzosos (siendo los más recientes la venta de "milagros" por TV), con el agravantede que en el protestatismo las crisis no producen fortalecimiento, sino más bien rompientos y divisiones en nuevas denominaciones y sectas (al respecto le recomiendo el interesante artículo "Sola Scriptura y Juicio Privado" de James Akin).
...En segundo lugar, habría que revisar si lo que estos autores afirman del catolicismo corresponde a lo que el catolicismo verdaderamente enseña. Se lo ilustro con dos ejemplos: Hace un tiempo vi en el programa The Journey Home, de Marcus Grodi, el testimonio de una ex misionera protestante, quien narraba cómo creció en una denominación protestante en la cual se le inculcó que la iglesia católica enseñaba doctrinas falsas y repugnantes a las Sagradas Escrituras, por lo que esta iglesia era culpable de arrastrar irremisiblemente millones de almas al infierno año tras años (cualquier parecido con John MacArthur no creo que sea coincidencia, je! je!). Esta mujer narraba que en su corazón sentía un profundo dolor por las almas de sus amigos católicos, que ella consideraba destinadas a la condenación eterna, por lo que desde que era una niña procuraba llevar a su iglesia a sus compañeros de escuela que pertenecían a familias católicas (aunque fuese a rastras), a find de que les predicaran el verdadero evangelio y pudieran salvarse. Cuando esta chica creció, como era de esperarse, decidió convertirse en misionera y viajar a centroamérica, con la consigna de evangelizar a los católicos y rescatarlos de la perdición. Para ello, se preparó estudiando apologética protestante (posiblemente leyó varios de los libros que usted me sugiere en su lista), se trasladó a Costa Rica (mi país), donde aprendió el idioma español, y dio comienzo a su ministerio. No recuerdo todos los detalles de la estrevista, pero sí recuerdo que esta mujer contaba que cuando empezó a trabajar con los católicos comunitarios, por primera vez tuvo contacto con el catolicismo auténtico, que para su sorpresa resultó ser muy diferente a lo que había creído toda su vida, por lo que empezó a estudiar nuestra doctrina y enseñanza desde "adentro"y, al final, terminó por convertirse al catolicismo. Ella finalizó su exposición, explicando que una cosa es lo que la iglesia católica cree y enseña, y otra muy distinta es lo que los apologistas protestantes "afirman" que nuestra iglesia cree y enseña.
De hecho, a mi personalmente me tocó comprobar la veracidad de esta afirmación: Hace unos días escribí a la página web del Ministerio Gracia a Vosotros, preguntándo por qué el pastor MacArthur afirmaba en su libro "Difícil de creer", que el papa Juan Pablo II era un siervo de Satanás y la madre Teresa estaba en el infierno. La respuesta que recibí fue que la intención del pastor no era ser irrespetuoso -a mi me dio otra impresión- pero el problema es que la iglesia católica enseñaba que la salvación era "por obras" y la Biblia enseñaba que era por fe. Yo me quedé perplejo con esa respuesta, así que envié una extensa nota citando los pasajes del catecismo donde se enseña que los católicos NO creemos que la salvación sea por obras, sino por GRACIA, lo que incluso se ratifica en el acuerdo firmado hace poco entre la iglesia católica y la iglesia luterana, que incluso fue signado también por la confederación internacional de iglesias metodistas. La respuesta que recibí fue simplemente que dieramos gracias a Dios por las cosas que nos unen y que seamos capaces de dejarnos llevar por la Biblia y nada más que por ella(¿?).
Así como usted me recomienda leer obras de apologistas protestantes, yo le podría invitar a usted a leer las obras de Scott Hahn, Dave Amstrong, James Akin, Carl Olson, Fernando Cassanova y otros expastores y teólogos protestantes, explicando por qué un estudio a profundidad de la Biblia y la historia del Cristianismo, los llevó a convertirse al catolicismo. Interesante, no?
Un abrazo y mis bendiciones en Cristo Jesús
José Alberto
Estimado José Alberto:
Gracias por su carta y sus amables palabras hacia mi persona. Quiero decirle que desde el primer momento que leí su nota, me di cuenta que usted se identificaba con el Catolicismo romano aún cuando no lo expresaba directamente. Pero aunque el tema que estoy tratando en el BLOG es sobre el “Dispensacionalismo” de todas maneras creí pertinente dar una breve explicación a sus interrogantes.
En su respuesta, usted hace algunas observaciones interesantes que me gustaría contestar de la siguiente manera:
1) Cuando escribí que encuentro “interesantes” las criticas de Dave Hunt YO NO ESPECIFIQUE en qué sentido las encuentro interesantes. Tal vez las encuentro interesantes NO en el sentido que usted piensa. A decir verdad, desde que abandoné el sistema Arminiano, he visto demasiadas inconsistencias y mala hermenéutica en muchos de los que se identifican con dicho sistema y Dave Hunt es uno de ellos.
Por ejemplo, Dave Hunt fundamenta TODA su tesis del libro “A Woman Rides the Beast” en la premisa de que la ICR es esa mujer que CABALGA LA BESTIA. Poco le importó a Dave Hunt el interactuar con otras posturas interpretativas que NO ACEPTAN tales premisas. Por esa razón, la metodología de Hunt se ha visto grandemente cuestionada.
Por ejemplo, Kenneth Gentry y varios otros Calvinistas, no creen que esos versículos se refieran a la ICR. Y no es que ellos sean pro-católicos o algo por el estilo, sino simple y sencillamente que se esfuerzan por hacer una exégesis cuidadosa de las Escrituras y no hacen afirmaciones descuidadas que no tienen mucho fundamento. Espero que si llega a leer el libro de Hunt en contra del Calvinismo, también encuentre sus argumentos “interesantes” no porque tengan mucho fundamento, sino porque se encuentran llenos de falacias y muñecos de paja.
2) Usted menciona que le “cuesta comprender cómo muchos autores protestantes intentan cubrir el sol con un dedo, minimizando la tremenda división que existe entre ustedes”. Es cierto que entre nosotros existe MUCHA división y fragmentación. Eso es algo verdadero que tenemos que admitirlo y yo soy el primero en admitir esta dolorosa verdad. Pero aunque algunos evangélicos intentan, como dice usted: “tapar el sol con un dedo”, yo no lo intento porque NO SE PUEDE. Tengo que reconocer la verdad aunque esta sea dolorosa. Y lamentablemente este es uno de los “talones de Aquiles” del protestantismo.
Pero aunque veo todo el terrible divisionismo que existe entre nosotros, no obstante, me doy cuenta que no es problema de Cristo, ni tampoco de las Escrituras que él nos dejó, sino que es problema de nosotros mismos y nuestra naturaleza caída. Lamentablemente traemos el pecado original y esto es la causa de nuestros terribles problemas.
Pero usted debe reconocer también que en la ICR las cosas NO SON MEJORES. Es cierto que existe una aparente unidad debido al sistema clerical, pero en lo profundo existen también muchas divisiones y fracciones casi irreconciliables. Como ejemplo están los sede-vacantistas quienes creen que la silla de Pedro ha estado vacante desde el Concilio de Trento si no me equivoco. Ellos se niegan a reconocer la legitimidad tanto del presente Papa como de los anteriores hasta el concilio de Trento. Por otro lado, también están los llamados “católicos liberales” como Huns Kung quien le ha causado muchos dolores de cabeza al Vaticano.
Aunque la ICR tiene doctrinas y dogmas oficiales, de todas maneras bajo su sombra se encuentran albergados muchos teólogos católicos que se encuentran tan divididos hasta para INTERPRETAR LAS ENCICLICAS PAPALES. Todo este divisionismo es algo real que también se tiene que admitir.
3) Respecto a Lutero yo no lo admiro porque haya sido un acérrimo crítico de la ICR, sino por su comprensión de las Escrituras en doctrinas claves tales como la Justificación por la fe y su debate con Erasmo de Rótterdam respecto al tema del libre albedrío. Aunque no estoy de acuerdo con TODO lo que Lutero dijo (entre ello la manera grosera en la que se refería a la ICR y al Papa), aun así, reconozco que su capacidad para exponer e interpretar las Escrituras se encuentra entre lo mejor independientemente que yo no sea Luterano ni nunca llegue a serlo.
De hecho no necesito ser Luterano para poder admirar la labor de Lutero, como tampoco necesito ser católico romano para admirar la interesante labor de Tomás de Aquino en lo que a Teología se refiere.
Cuando cito las obras de Webster por ejemplo, no es porque él se enfrasque en una campaña para sacar los “trapitos” al sol como decimos, (hablando de corrupciones y escándalos). Webster NO HACE ESO. El aborda la historia de la ICR mostrando como los católicos romanos antiguos SE PARECIAN mucho más a nosotros los protestantes que a ustedes los católicos romanos actuales.
Este es el mérito de Webster: demostrar con hechos históricos al citar documentos oficiales de la ICR que muchos de los líderes católicos de antaño tenían una comprensión muy distinta de la doctrina cristiana de lo que la tienen los líderes católicos de la actualidad.
En realidad me molesta cuando leo algo que solo se enfoca en atacar a las personas en lugar de atacar las falsas enseñanzas o la falsa doctrina. Esta clase de metodología no solo es muy cuestionable, sino que tampoco vale la pena leerla.
Me llama también la atención este comentario:
“posiblemente encontrará anécdotas aún más espeluznantes que las que cita Webster y, sin embargo, lo interesante es observar cómo, a pesar de todos los conflictos y problemas que ha sufrido (y ni qué decir de la férrea ofensiva protestante), esta iglesia se ha mantenido en pie”.
La “ofensiva protestante” es una frase que no encuentro muy adecuada. No la encuentro muy adecuada en primer lugar porque usted debería darse cuenta que Lutero deseaba ver una Reforma en la ICR. El no quería salir de la ICR pero lo echaron. El liderazgo de la ICR simplemente no quiso aceptar la Reforma que Lutero y otros más proponían. Yo se que ustedes ven a Lutero como alguien que vino a interrumpir la unidad y armonía que existía en la ICR. Pero la verdad es que no es así. Debe darse cuenta que aun Erasmo de Rótterdam criticaba duramente al Papa y al clero deseando también una Reforma dentro de la ICR. Lamentablemente, Erasmo quería una Reforma meramente moral PERO NO DOCTRINAL, mientras que Lutero veía que la única manera de tener una Reforma moral era teniendo una REFORMA DOCTRINAL. Y ahí es donde ellos tomaron rumbos distintos.
Lo que menciona sobre los escándalos entre los evangélicos es algo lamentable y vergonzoso, pero no estamos intentando hablar de esos escándalos debido a que hablar de ellos no produce cual ningún beneficio espiritual. Por esa razón, en cualquier crítica que hago de la ICR, mis críticas siempre serán DOCTRINALES y no MORALES debido a que atacar la moral es algo completamente secundario que no llega hasta el corazón del asunto. Y el corazón del asunto es DOCTRINAL.
4) Tengo en mi posesión los libros que le mencioné y créame, su manera de abordar el tema es bastante amable y estoy seguro que cualquier católico estaría de acuerdo en esto. Obviamente que debido a la naturaleza del tema, tal vez el católico promedio se sienta atacado debido a que es una critica de la ICR y no una obra de “elogios” hacia ella. Pero en lo que respecta a la argumentación, son obras que tratan de evitar toda la mala retorica que va a encontrar en otros libros amarillistas.
Y por último, no desconozco los nombres que usted menciona tales como Scout Hahn, Dave Armstrong, James Akin entre otros. De hecho tengo el libro editado por Patrick Madrid titulado “Surprised by the Truth” en donde se encuentran los testimonios de varios ex-evangélicos convertidos al catolicismo. La verdad es que ninguno de ellos da razones convincentes del por qué se hicieron católicos. Ninguno de ellos puede dar textos bíblicos claros que los hayan hecho cambiar.
Por ejemplo, personalmente acepte el Calvinismo debido a varios versículos bíblicos que hablan directamente ciertas verdades que antes simplemente ignoraba o que pensaba que no contaban con apoyo biblico. Pero ninguno de ellos muestra con las Escrituras del porqué abandonaron la fe Protestante.
He tenido en el pasado algunos intercambios también con Fernando Cassanova, pero aun así, creo que él nunca entendió la fe protestante y abandonó ALGO QUE NUNCA TUVO ni CONOCIO.
Gracias por tomarse el tiempo para leer estas líneas y contestarme.
Un afectuoso y cordial saludo,
Daviel D’Paz
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