Tuesday, November 16, 2010

UNA VISIÓN PARA EL MUNDO HISPANO: Bojidar Marinov

“América es ingobernable. Los que han servido a la revolución han arado en el mar. La única cosa que se puede hacer en América es emigrar”.

Estas palabras fueron escritas por Simón Bolívar, el Libertador de Latinoamérica, un mes antes de que él muriera a los 47 años de edad. Por el tiempo en que escribía esta carta, él estaba enviado varias cajas con sus pertenencias a Europa, preparándose par a emigrar. Sus planes se vieron frustrados por su batalla final contra la tuberculosis. Uno de los revolucionarios más exitosos del mundo, el único hombre en la historia cuyo nombre llevan dos naciones, incluso mientras aún vivía, murió amargado contra su propio pueblo y declaró que sus éxitos políticos y militares eran como "arando en el mar." Bolívar comenzó su carrera de revolucionario teniendo el ideal político de los Estados Unidos que recién se había fundado. Él mismo era un admirador de Thomas Jefferson. Sin embargo, más tarde Bolívar declaró que los ideales Jeffersonianos no pueden funcionar en América Latina. La razón, dijo, fue que la América hispana está sujeta al "triple yugo de la ignorancia, la tiranía y el vicio". Rara vez vemos a los políticos modernos tan honestos sobre el verdadero estado de sus propios electores.

Dos generaciones más tarde, el Presidente de México Porfirio Díaz, después de haber convertido a México en una nación moderna a la par de los Estados Unidos y de las naciones europeas, pronunció sus famosas palabras: "Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca a los Estados Unidos." Díaz no fue un político moral de imaginación preclara, pero su franqueza por expresar su verdadera opinión sobre el problema de México merece admiración. Ambos hombres, Bolívar y Díaz, conocieron el verdadero problema de América Latina – su cosmovisión fundamental. Díaz entendió que "lejos de Dios" México se hizo "pobre". Bolívar supo que su país estaba bajo el yugo de la ignorancia y el vicio. Ellos entendieron muy bien que América Latina tenía un problema de visión del mundo y, por lo tanto, que tenía un problema moral; y por lo tanto, tenía problemas políticos, económicos y sociales. No se dejaron engañar ni por sus propias ideologías liberales. Ninguno de ellos esperaba ver mejores tiempos para la América hispana a menos que su cosmovisión cambiara. Y ninguno de ellos hizo nada al respecto.

Tanto Bolívar como Díaz prefirieron medios políticos, militares y administrativos para lograr sus objetivos. Tampoco invirtieron tiempo ni esfuerzos para cambiar la cosmovisión básica de sus pueblos; ambos prefirieron tratar los síntomas en lugar de curar la enfermedad. Mientras que ambos produjeron importantes cambios en sus respectivas naciones, la cosmovisión básica de la población siguió siendo la misma, y por lo tanto, el legado político y los ideales de ambos perecieron, para ser reemplazados por ideologías y prácticas hostiles a ese legado.

Y no estaban solos. Desde su liberación en la década de 1820, América Latina ha visto numerosos intentos de reformas sociales que sólo buscan el cambio institucional. La región ha visto revoluciones sangrientas, golpes de estado, rivalidades políticas e intentos de reformas económicas. Se establecieron sistemas escolares, la infraestructura fue edificada. Se adoptaron nuevas consignas, o las viejas consignas se reciclaron para un nuevo uso. Se invitó a expertos de los Estados Unidos y Europa para enseñar nuevos métodos de administración e implementar estructuras jurídicas. Nada funcionó. En el análisis final, América Latina se mantiene en las garras de la pobreza generalizada y la corrupción. El sueño de Simón Bolívar de ver a sus compatriotas construir una sociedad como la británica o la norteamericana nunca se hizo realidad.

Y hay una razón para ello. La razón es que Gran Bretaña y América no se construyeron sobre las acciones de los políticos y revolucionarios, sino sobre los escritos de pensadores. Thomas Jefferson no creó la libertad en los Estados Unidos, Juan Calvino sí lo hizo. Las victorias militares de George Washington no fueron las que establecieron a la nación norteamericana, sino que fueron los sermones de John Witherspoon. Tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos fue la cosmovisión integral subyacente del cristianismo reformado la que creó y sustenta la cultura. Sin ella, tanto Estados Unidos como Gran Bretaña hubieran sido sólo otro México. Si los escritores reformados y puritanos no hubieran realizado sus trabajos de cambiar su cosmovisión del mundo de habla inglesa, si no hubieran sentado las bases intelectuales de la civilización cristiana de libertad y justicia para todos, no hubiera existido un Washington, ni un Jefferson ni una América. El fracaso del mundo hispano para producir una sociedad justa y próspera se debe al hecho de que ha carecido de reformadores – y me refiero a los reformadores Lutero, Calvino y su herencia intelectual y espiritual de hoy. Sin su fundamento intelectual nada puede ser cambiado en América Latina – no importa cuántos golpes sangrientos, revoluciones y medidas administrativas sucedan.

Por desgracia, las iglesias protestantes en América Latina han seguido el ejemplo de los políticos. La mayor parte de la actividad evangélica han sido sólo esfuerzos institucionales, como la plantación de iglesias, con muy poca enseñanza de la visión del mundo. De hecho, la mayoría de los misioneros de la región no ha tenido ninguna idea de una cosmovisión bíblica completa. Sus esfuerzos han sido orientados a corto plazo, y su mensaje se ha limitado sólo para la salvación del individuo, como lo señaló hace tiempo un artículo de la revista Christianity Today: "Si los viajes misioneros a corto plazo produjeran resultados a largo plazo, México sería el país más cristianizado del mundo". Los nuevos métodos de "evangelismo de negocios” o" evangelismo comunitario" pueden producir frutos a corto plazo, pero, en esencia, es sólo otro ejercicio de cambio institucional sin un cambio de visión del mundo real. En la medida en que América Latina sigua siendo cautivo de la alianza de paganismo – para las masas – y el humanismo secular – para las élites educadas – habrá pocas esperanzas de un cambio real y duradero. Y la Iglesia no está haciendo mucho por desafiar ese dominio de la cosmovisión pagana y del humanismo secular. Una vez más, sin un cambio completo en la cosmovisión del pueblo, hay pocas esperanzas de un cambio duradero en todas las áreas de la vida.

Pero hay un mejor camino. Como todo mejor camino, es un camino largo. Puede tomar generaciones. Sin duda que tomó varios siglos en Europa antes de que la reforma produjera sociedades con libertad y justicia para todos. Una cultura que esté "lejos de Dios" necesita generaciones para regresar a Él, como una cultura. Pero esto no sucederá con reformas políticas, ni con la plantación de más iglesias; y no se dará por más viajes de evangelización a corto plazo. Una cultura está "lejos de Dios" sólo porque tiene una cosmovisión que es hostil a Dios. Y, a menos que esa cosmovisión sea desafiada y destruida, y reemplazada con una cosmovisión basada en la Biblia, nada va a cambiar. ¿Pero, dónde pueden encontrar una cosmovisión alternativa los pueblos de América Latina?

En su discurso al Congreso de Angostura en 1819, Simón Bolívar amonestó a los delegados a "establecer este Areópago de velar por la educación de los niños, de supervisar la educación nacional, de purificar todo lo que puede estar dañando a la República, denunciar la ingratitud, la frialdad en el servicio del país, el egocentrismo, la pereza, la ociosidad, y denunciar los primeros signos de corrupción y ejemplo pernicioso." Su llamado fue sincero pero él pudo haber fijado estándares para explicar lo que es "corrupto" y lo que es puro, lo que es "ejemplo pernicioso", y no tuvo ninguna forma de explicar por qué el "egocentrismo, la pereza y el ocio" son malos.

El mismo Simón Bolívar aprendió de autores británicos y estadounidenses cuyas obras no estaban disponibles en español. El grueso de la literatura que impregnaba el mundo de habla inglesa no estaba disponible para sus compatriotas. No hubo ningún fundamento intelectual. Todavía no lo hay.

Y aquí es donde se encuentra la oportunidad para un misionero cristiano. Él puede suministrar ese fundamento intelectual que desafíe el reinado del paganismo y el humanismo secular y que enseñe en América Latina lo que es corrupto y lo que es puro. Él puede suministrar la cosmovisión que acerque la región a Dios. Él puede confrontar la ignorancia, la tiranía y el vicio con las ideas del conocimiento, la libertad y la justicia.

Él debe empezar a traducir al español libros que expliquen la cosmovisión bíblica completa para todos los ámbitos de la vida. Debe hacerlos disponibles en un lenguaje que entiendan las más de 400 millones de personas. También puede utilizar el Internet para trascender las fronteras nacionales. La fragmentación política de América Latina es una bendición de Dios – esto detiene a los tiranos. (Imagínense a un Hugo Chávez sobre toda América Latina). La unidad del idioma también es una bendición – las ideas pueden viajar tan lejos como los servidores de Internet lo permitan. Un libro traducido al español y publicado en el sistema online posiblemente llegará a decenas de millones de personas – más de lo que cualquier misionero pueda hacer, en proporción al costo. No puede prohibirse, no se puede detener por ningún dictador. Se puede enseñar a personas las 24 horas del día, 7 días a la semana, 52 semanas al año, durante cientos de años. Un libro es un misionero de tiempo completo, mejor que un misionero de carne y hueso.

Hay libros disponibles: desde Chalcedon Fundation, American Visión y otras organizaciones que en las últimas décadas han trabajado para crear dicha base intelectual en América. El mundo hispano no necesita reinventar la rueda. Sólo tiene que tomar lo que se ha creado y aplicarla a sus propias condiciones.

Este proyecto tomará mucho tiempo. Puede ser un proyecto para toda una generación de cristianos, para construir el "libro base" del cristianismo. Tomará el proceso lento y minucioso de traducir una palabra tras otra, una frase tras otra, una página tras otra, miles de páginas. Tomará el compromiso que la América hispana no ha tomado. Las soluciones que se han probado hasta el momento han sido rápidas, a corto plazo e infructuosas. Si un misionero cristiano quiere desafiar al sistema mundial, él debe mirar más allá de su propia generación, y debe negarse a sucumbir a la tentación de buscar resultados rápidos. Los libros de cosmovisión bíblica traducidos al español deben ser su objetivo, incluso si sólo tiene como resultado tenerlos en un sitio Web. Los libros traducidos deben cubrir todos los ámbitos de la vida desde una perspectiva cristiana: vida personal, familia, iglesia, educación, gobierno, economía, ciencia, relaciones internacionales, ética empresarial, finanzas, dinero, transacciones bancarias, etc. Nada debe estar fuera del alcance de la civilización cristiana. Cada solución debe presentarse de acuerdo a la Ley de Dios como está establecida en la Biblia.

Cuando se crea una fundación semejante, no habrá otro lugar a donde los pueblos y los líderes de América Latina vayan en busca de respuestas. Cuando surja un problema, habrá sólo un lugar que va a tener soluciones lógicas dentro de un marco coherente. Ninguna otra religión o filosofía tiene un marco coherente de este tipo. Cualquiera que rechace las soluciones bíblicas no tendrá nada más que ofrecer. El cristianismo triunfará por la sola incapacidad de sus enemigos de no ofrecer algo más valioso.

Ya hay algo comenzado. Cinco títulos de la visión norteamericana han sido traducidos al español, y han producido frutos en muchos lugares.

Quiero concluir con un llamado a los cristianos hispanos quienes leen la visión norteamericana: tienen una oportunidad única para cambiar un hemisferio entero y llevarlo a Cristo. Hagan el compromiso de traducir unas pocas horas a la semana. Tomen unos pocos artículos al principio. Aprendan a escribir y a traducir rápido. Aprendan a tener paciencia para sentarse frente a la pantalla de sus computadoras y a escribir letra por letra. Cada letra que escriban permanecerá allí durante décadas, mucho tiempo después de que ustedes se hayan ido e instruirá a gente en la fe que probablemente nunca conocerán. Ustedes tienen la oportunidad de hacer historia.

Hay un hombre que comenzó a traducir hace varios años. Su nombre es Donald Herrera Terán, y él es un pastor de una iglesia reformada en Costa Rica. Pónganse en contacto con Donald, él tiene mucho trabajo por delante, y pregúntenle qué más necesita ser traducido. Coordínense con él y comprométanse a contribuir con su sitio web. Tienen por lo menos unas 100,000 páginas de libros de cosmovisión bíblica que deben ser traducidos. Un solo hombre no puede hacerlo en toda su vida, pero diez hombres comprometidos sí lo pueden hacer. Un centenar de hombres comprometidos pueden lograr el objetivo dentro de dos o tres años sin comprometerse mucho. Cuando tengan todo esto en online, se sorprenderán de los resultados.

Y mi llamado es también para los cristianos norteamericanos: ya pasó el tiempo de las costosas misiones a corto plazo orientadas sólo a salvar almas. Ya Dios no honrará esos esfuerzos, no importa cuánto dinero se invierta. Europa, en las últimas décadas, ha demostrado el fracaso de esta clase de proyectos truncados y limitados. Ha llegado el momento en que el campo de la misión se ha convirtiendo en un campo de batalla de cosmovisiones más que de una lucha por salvar unas pocas almas. Si les interesa América Latina, tomen decisiones sabias de cómo pueden apoyar. Inviertan en fundaciones para el futuro, ¿y qué mejor fundación que tener libros en español con soluciones bíblicas reales par a los problemas del mundo real?

Simón Bolívar estaba equivocado. La emigración no es lo único que queda por hacer en la América española.


Por: Bojidar Marinov

Bojidar Marinov es un Misionero Reformado proveniente de Bulgaria. El Prof. Marinov es un reconocido autor y pensador de mucho peso, tanto por sus escritos en varios idiomas, como por sus conferencias y muchas traducciones de libros y artículos a su lengua natal; puede ser contactado al http://www.bulgarianreformation.org/.

Esta traducción al español es hecha por el Dr. Guzmán Reyna, pastor, traductor, escritor y Director de la Facultad de Historia Eclesiástica en ETS; puede pedir su último libro, Rasgos Históricos del Protestantismo en México, escribiendo a: el_faro@hotmail.com
–Dr. JP Roberts H. 11/15/2010
E.T.S.  http://www.edinburgseminary.org/